el problema de estas pruebas, es que no se evalúa al alumno, sino al profesor.
En los cursos que haya pruebas, la docencia va a ir enfocada a la superación de la prueba; es decir, que no se dará clase normal, sino que se preparará al alumno para superar la prueba, será como un segundo de bachiller, que a mi modo de ver es un curso " tonto" porque no se aprende nada coherente, solamente se aprende y se enseña con la finalidad de que el alumno supere la selectividad, pues en este caso en 6º curso será igual.
Nosotros tenemos las de tercero la semana que viene. Las tutoras se han mirado algunas de las pruebas que se encuentran por ahí y los modelos que la propia consejería de educación han facilitado, pero vamos, hasta que no estemos en ello no sabemos exactamente qué son...
Ninguna de las dos le dan importancia. El alumno que no da una, no la va a dar en la prueba. Lo que sí podría preocupar es aquellos niños que siempre van rozando el cinco o bien que su manera de resolver las tareas es de tipo memorístico. Estos pinchan ya que las pruebas exigen una verdadera comprensión de los conceptos para aplicarlos en distintas situaciones, es decir, una verdadera metodología centrada en las competencias facilitaría mucho, y sinceramente, esto no hace daño a nadie.
Así que si, los tutores o distintos maestros de sexto el curso que viene, reflexionan sobre el propio sistema y son conscientes de que repetir y repetir y repetir contenidos año tras año NO SIRVE DE NÁ, y su metodología se convierte en competencial, bienvenida sea la prueba (a pesar de que no estoy a favor de ella)