Ya, una educación financiera del puño cerrado o de estomago encogido, ya.
Se nota que NO tienes ni IDEA de lo que se refiere la EDUCACIÓN FINANCIERA... pero bueno,.
Puedes IGNORAR la REALIDAD, pero tendrá consecuencias que NO podrás Ignorar... Muchas personas lo ignoiraron, "vivieron la vida" y ahora lloran...
Corregir malos "hábitos financieros" es BUENO.
Y bueno, cada cual es LIBRE de gastar y hacer lo que quiera, desde drogarse hasta morirse; hasta comprar toda la basura que le pongan delante y arruinarse a él y TODA SU FAMILIA...
Ya, si majo, que no tengo ni idea y que no veo que viene el lobo.
Vamos, es algo muy simple. Aquí los que tienen una visión negativa de la vida son los expertos en la materia y que publicitan a los demás que se apliquen el cuento.
El problema no es una educación financiera, sino que ambas percepciones no coinciden. Y si no coinciden, colega, no es porque la tuya sea la del experto y la mía la del inexperto o la inversa, sino porque no es algo objetivo. Tus metas no son mis metas y tus ambiciones tampoco.
No puedes crear una educación financiera para hacerlos a tu imagen y semejanza o la imagen y semajanza de esos vídeos caóticos.
La educación financiera es muy simple y básica:
La vida en la economía se compone de ingresos, gastos y ahorros.
Los ingresos se pueden conseguir de multiples formas: familia, trabajo, lotería, herencia, préstamos, intereres, negocios, además de proceder de actividades legales o ilegales. Si apuestas por las actividades ilegales, pues puedes tener problemas con la justicia, sin obviar ciertos ajustes de cuentas si te metes en ciertos negocios. A mayores ingresos, tienes un mayor poder adquisitivo para conseguir cosas bien necesarias o bien prescindibles.
Los gastos, casi todo en la vida cuesta pasta, así que necesitas dedicar una parte de los ingresos a las necesidades primarias como mínimo, y a partir de ahí, como la mayoría de los mortales tienen ingresos limitados, pues ya cada uno con sus preferencias para realizar gastos en aspectos que son más prescindibles, pero no por ello menos importantes. Es decir, hay que seleccionar y priorizar.
A la hora de realizar un gasto, hay que tener en cuenta dos cosas. No si es necesario o no es necesario como recomienda más de uno, porque allá cada uno con sus preferencias, sino más bien que si la adquisición tiene gastos de mantenimiento y precaución con las ofertas (mucho gratis, mucho descuento, pero se pasa la promoción y meten la clavada por otro lado). En otras palabras, distinguir entre gastos ocasionales y puntuales, y gastos períodicos (mensuales y anuales). Y esto último nos lleva a las obligaciones de gasto (hipoteca, alquiler, comunidad, luz, agua, impuestos, alimentación, internet, teléfono, gasofa,...).
Y de ahí vamos al tercer paso: Los ahorros. Salvo algunos privilegiados, la mayoría de los mortales tienen ingresos limitados y sus gastos por consiguiente son limitados. Pero puede llegar el día que se mantengan las obligaciones de pago, pero de pronto se corte el grifo de los ingresos. Se puede cortar el grifo por cualquier circunstancia, bien por una enfermedad que te impida trabajar, bien porque te hagan la competencia, porque la empresa quiebre, porque se llevaron la herencia, el divorcio, un accidente,... De ahí la necesidad de tener ahorros para estar prevenido ante el mañana.
Estos ahorros, que cada uno que destine lo que crea pertinente, se puede tener en diversas formas (el oro del rey midas, propiedades, terrenos, acciones, preferentes, dinero en metálico,...). Y es aquí cuando llegamos a otra parte divertida. Hay ahorros que generan gastos de mantenimiento y otros que generan beneficios, bien de forma legal o de forma ilegal (alquiler en b, por ejemplo).
Y digo que es la parte divertida, porque hay muchos que quieren sacar una mayor tajada a sus ahorros y se embarcan en negocios supuestamente seguros para conseguirlo, pero a veces, el tiro sale por la culata.
Conclusión primera: El negocio seguro de ayer, no implica que lo sea en el mañana.
Bueno, llegado a este punto, resulta que hay un sector de caóticos que quieren pasarse toda la vida pensando en los ahorros por lo que pueda pasar y que supuestamente pasará, así que prácticamente solamente consumen lo primario y supuestamente necesario.
Luego, está otro sector, que si llega el lobo, al menos no nos quita lo bailado, es decir, que sí, que hay que prevenir, pero no voy a pasarme toda la vida en plan preventivo y así que mientras pueda, pues también a disfrutar también de algunas cosas más superfluas. Al fin y al cabo, la vida se vive una sola vez y quizás el lobo no llegue y hasta que llegue, pues mira, hemos disfrutado.
Sigamos con lo divertido y llegamos al paso del consumo. Hay personas que en vez de guiarse por consumir lo que le apetece o le gusta, lo que hacen es priorizar el valor que tiene esa cosa en el mañana para una futura venta o bien lo que se puede ahorrar si eso lo hace en casa para contribuir al ahorro. Como por ejemplo, los famosos cafés de Venecia. Mientras, otros, descartan el valor del ahorro a la hora de vivir una experiencia o adquirir algo.
Conclusión segunda: El precio no es inherente al objeto, aunque algunos se empeñen en demostrar lo contrario.
Conclusión tercera: Cada uno que viva como crea pertinente, sin olvidarse estar prevenido para la época de las vacas flacas.