Pata Negra
Desconectado
Registro:03/Mar/2012~01:07
Mensajes: 5.778
|
|
« Respuesta #2 : 28/Oct/2012~04:10 » |
|
Merkel y Sarkozy, atrapados hasta las cejas en España, responden encantados. El BCE empezará a comprar deuda y facilitará liquidez a los bancos al 1% y a tres años. Ustedes a cambio tienen que prometer ser buenos y reducir el déficit. El indigente y Rajoy casi se ponen a llorar de emoción y, en cuanto al déficit, están dispuestos a modificar la Constitución para prohibirlo nada menos que en la Carta Magna. Dicho y hecho, cambian la Constitución y limitan el déficit pero solo el estructural. Es decir: para cuando exista pleno empleo, o sea una tomadura de pelo en toda regla. “Pero que listos que somos”, debieron pensar los dos prohombres. Merkel y Sarkozy, aunque vieron de inmediato la trampa y además sabían perfectamente que la propia Constitución española es papel mojado y cualquier cacique local se fuma un puro con ella, hicieron como que se lo creían porque ellos estaban a otra cosa. Los bancos y cajas españolas debían a sus homólogos alemanes y franceses, cuya irresponsabilidad en la concesión de préstamos había sido pavorosa, cientos de miles de millones de euros, y eso era mortal de necesidad. “Yo no actúo bajo presión, excepto si es de Maricospe o de mis barones favoritos, de banqueros o de empresarios monopolistas amigos de Montoro”. ¡Así se habla Presidente, que se enteren los europeos! El BCE empezó a prestarnos dinero como si fuera escombro, abriendo la barra libre por dos veces, y con ello Merkel y Sarkozy conseguirían su objetivo esencial, los bancos y cajas españoles amortizarían buena parte de su deuda con las entidades de estos países con el dinero del BCE: ahora la deuda era con el BCE, los bancos y cajas alemanas se habían ido de rositas. Los dos irresponsables estaban encantados, pues el efecto colateral de este rescate encubierto de las cajas y bancos alemanes y franceses fue que los bancos españoles comprarían deuda española a carretadas y la oligarquía política seguiría despilfarrando sin límite ni control. Pero la ganadora fue Merkel. Como Alemania tiene un 18,9% del BCE, había reducido el problema creado por la insensatez de sus bancos y cajas a menos de la quinta parte.¡Olé por la prusiana!
Muy acertado.
Desde que el 4 de junio de 2007,cuando en un artículo publicado en El Mundo, tituladoEconomía: el punto de inflexión, expliqué por qué el crecimiento se había acabado y España entraba en una crisis de la que no sabíamos cuando podríamos salir, siempre he procurado hacer recomendaciones prácticas a mis lectores y oyentes cuando las cosas eran claras y no había margen de error. Así y desde todos los medios a mi alcance, particularmente en la tertulia de César Vidal en la COPE, recomendaría que ni se les ocurriera comprar un piso y que si pensaban vender lo hicieran cuanto antes, justo lo contrario de lo que decían entonces MAFO y Solbes: “Cuanto más se endeuden, mas ricos serán”. Cuando Gas Natural lanzó una OPA ridícula por Endesa de 19 euros por acción y pagada en papelitos, equivalente a 14 euros en efectivo, aconsejé a mis oyentes que compraran todo lo que pudieran -algo que hice yo mismo- y no vendieran por menos de 40 euros. Muchos me lo agradecieron. Cuando el inútil de Solbes vendió las reservas de oro a Rusia a 600 euros la onza, aconsejé que compraran oro. Pues bien, hoy de nuevo les vuelvo a aconsejar: pongan su dinero a salvo cuanto antes, y si no ven otra forma -hay varias- compren una caja fuerte y guárdenlo en ella.
Cum Laude.
Y lo que parecía imposible ya no lo es. El Gobierno de España ya no puede devolver su deuda, la quita es inevitable y recaerá sobre la banca en buena parte, así que la solvencia de estos señores está mas que en el alero con recapitalización incluida, será necesario otro rescate, el quinto, pero esta vez convirtiendo el dinero que nos den en participaciones accionariales, y ya veremos con qué cara y con qué poder decimos que no al BCE y a Alemania. Claro que la banca estará mejor en manos de ellos que de los golfos apandadores que tenemos ahora, aunque eso sí, los accionistas verán diluidas sus participaciones y perderán hasta la camisa, igual que los de las preferentes. Quedan avisados, aunque sin duda algunos pensarán algo parecido a lo que me diría un lector indignado cuando les aconsejaba no comprar y vender sus pisos en 2007: “Señor Centeno, es usted un ignorante y un mentiroso, todo el mundo sabe que los pisos nunca pueden bajar de precio”.
|