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La Junta se gasta cuatro millones en apuntar las faltas de asistenciaContrata a personal externo mientras los profesores lo califican de «vergüenza»BERTA GONZÁLEZ DE VEGA, Málaga. EL MUNDO, martes 11 de septiembre de 2012
Mientras la Junta le echa al Gobierno central la culpa de los recortes en Educación, que le han hecho prescindir de centenares de profesores interinos, se apresura a contratar a diez euros la hora a «auxiliares técnicos administrativos» a través de empresas externas a las que pagará más de cuatro millones de euros por proveer a los colegios de este personal, según concursos que ha ido haciendo públicos el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) en las últimas semanas de agosto.
Según fuentes de la Junta, este método de ayudar en las tareas administrativas de los colegios lleva en funcionamiento cuatro años. Según los pliegos de condiciones de los contratos, las labores de las que se tienen que hacer cargo estos auxiliares van desde el control de asistencia de los alumnos a clase, hasta dar los partes de incidencia. También serán los encargados de «seguir conductas negativas», informar de la oferta educativa del centro, de las matrículas, del préstamo de material educativo y de su evaluación y, además, «participar y auxiliar en la gestión del presupuesto».
En principio, todas esas tareas podría pensarse que caben dentro de los trabajos a realizar por los funcionarios de la Junta; sin embargo, no sólo son externos, sino que en los contratos se deja muy claro que ese personal sólo depende de la empresa a la que se adjudique el servicio.
«El personal adscrito a los trabajos dependerá exclusivamente del contratista, el cual tendrá todos los derechos y deberes inherentes a su calidad de empresarios respecto del mismo, siendo el Ente Público de Infraestructuras y Servicios Educativos ajeno a las relaciones laborales que por tal motivo se generen », especifican en el pliego de condiciones.
Esta nueva modalidad de contratación en los colegios públicos sería lo más parecido a que en los hospitales, por ejemplo, empezara a contratarse a auxiliares con empresas externas, más allá de las limpiadoras y del servicio de cocinas como ocurre ahora. De hecho, es un paso más a la subcontratación de los servicios.
Aunque fuentes de la Consejería se mostraros sorprendidas por el interés en una modalidad de contrato que lleva cuatro años produciéndose, el caso es que en APIA, el sindicato de profesores de instituto, ignoraban que en sus centros hubiera personal contratado de esa manera: «En las actuales circunstancias, resulta especialmente escandaloso que se dé dinero público a empresas privadas para que realicen trabajos que deben hacer los funcionarios. La medida tiende, sin duda, a incrementar la administración paralela basada en personas próximas al partido en el poder que, como ya se ha puesto de manifiesto, se pliegan a los caprichos de los políticos que las han puesto graciosamente en sus puestos, al margen de la legalidad vigente», dijeron.
Las fuentes calificaron de «vergüenza » que, al mismo tiempo que se reduce el sueldo y se incrementa la jornada de los funcionarios, «se dedique dinero público a contratar empresas externas cuyos servicios tienen lugar, si es que lo tienen, en lugares desconocidos», porque, según este sindicato, «en APIA no tenemos constancia de que en centro educativo alguno hayan desarrollado tareas de ningún tipo estos misteriosos monitores».
Sin embargo, en todos los pliegos de condiciones por provincias, en un anexo, vienen detallados los centros a los que se destinarán estos peculiares auxiliares administrativos, que tienen acceso a los datos personales de los alumnos.
