El Sistema socioeconómico y político español está en decadencia. Esta decadencia me recuerda muchísimo a la del Imperio Romano, tiene unas similitudes verdaderamente inquietantes, que palpo día a día.
Os pondré diez, que me parecen auténticamente reveladoras, y luego si queréis analizamos entre todos hacia dónde nos encaminamos, sabiendo ya de antemano cuál fue la consecuencia del declive romano en esta península, y salvando las distancias cuál podría ser ahora la del declive de nuestro sistema.
1ª Similitud: Ansia impositiva desbocada.
Cada vez más el estado nos fríe a impuestos, esto ocurrió también de la misma forma durante aquél periodo histórico. Los tributos subieron de manera exponencial y era prácticamente imposible pagarlos para la ciudadanía. Existía, como ahora, una burocracia inmensa, cuya función no era ya servir a la población, sino parasitar de ella, hasta dejarla agonizante. Estamos asistiendo a la subida del IVA, del IRPF, del IBI, hasta hacer insoportable para las personas poder hacer frente a todos los pagos que deben hacer, sumado eso al empobrecimiento generalizado que estamos sufriendo.
2ª Similitud: Descrédito de la Política.
La decadencia moral que sufrió Roma durante los últimos años de su Imperio, venía aparejada de una corrupción generalizada en todos los órdenes de la administración estatal, de la misma forma estamos asistiendo a un progresivo divorcio de la clase política española respecto a la población; y a la creencia generalizada de que no defienden los intereses de dicha población, sino los suyos propios y de otros poderes como bancos o multinacionales. La clase política española ha caído en las cotas de popularidad más bajas de la Historia de la Democracia. Incluso la gente ha llegado a manifestarse en contra de ella.
3ª Similitud: Grave Depresión Económica.
No estamos hablando de una crisis coyuntural, que dura unos años, estamos hablando de una depresión, de un progresivo decrecimiento económico y de la calidad de vida de los ciudadanos. Como en el caso de Roma viene como consecuencia de una crisis profunda de valores y de lo que yo llamaría fortaleza social. De un Imperio que se forjó por la confianza en sí mismos de los romanos y su ansia expansionista, se pasó a una sociedad adormecida, acobardada, incapaz de reaccionar ante los avatares de la Historia. Como en el caso romano, España está dormida, su sociedad languidece lentamente sin dar muestras de rebelión o de dinamismo para resolver sus problemas, aparece anestesiada.
4ª Similitud: Burocracia inoperante y gigantesca.
El ejército de funcionarios del Bajo Imperio Romano, era monstruoso, de la misma manera los millones de empleados públicos que soporta España en la inmensa mayoría de los casos no aportan al país nada positivo para su crecimiento económico, sino que sirven a superestructuras creadas para dificultar muchas veces con trámites y organismos varios, multitud de gastos, el desarrollo del país. Forman parte de un monstruo que está pesando como una losa en la sociedad civil. Y en realidad han servido para colocar a millones de personas en empleos que como digo no generan productividad ni competitividad al país, sino más bien todo lo contrario, absorben recursos y su mera existencia como organismos o sus procedimientos entorpecen el desarrollo económico español.
5ª Similitud: Oleadas migratorias incontrolables.
Alguna vez he contado en este foro, que las invasiones bárbaras no fueron, como la gente tiende a creer, la llegada de ejércitos organizados que ocuparon paulatinamente territorios romanos. Sino simple y llanamente migraciones de miles de personas que cruzaban el Danubio y el Rin con el objeto de encontrar un lugar mejor donde vivir. Huyendo del acoso de tribus orientales y de una miniglaciación que empujó de las estepas a esas tribus nómadas hacia las tierras que ocupaban los bárbaros. Esa es la explicación histórica ortodoxa. Pero lo cierto es que leyendo relatos de Bizancio en el siglo V se sabe que los ostrogodos vivían en el territorio como lo que ahora serían inmigrantes ilegales. Sus mujeres muchas se dedicaron a la prostitución o al servicio doméstico, y los hombres entraron en el Ejército, porque los nativos no querían ya hacerlo ¿Os recuerda a algo eso? Ocurrió que como los magrebíes actualmente en Europa y en España o los latinoamericanos o los subsaharianos, tenían más hijos que los nativos, eran una sangre más fresca con ganas de luchar, ante la apatía de los romanos. No fueron absorbidos, o no del todo, culturalmente como lo habían sido otras tribus, anteriormente. ¿Pero acaso nosotros hemos logrado integrar a los musulmanes en España? Lo cierto es que la mayoría de los niños que nacen en este país, ya son hijos de extranjeros, que sus creencias y sus valores no son los nuestros, que en realidad desprecian por encontrarlos decadentes.
6ª Similitud: Presión de Oriente.
Como durante la Decadencia del Imperio Romano, los Hunos venían presionando al Imperio, en la España actual sufrimos las consecuencias del advenimiento de un nuevo imperio implacable que nos está destrozando, no con sus caballos enloquecidos y sus flechas, si no con su competencia desleal que ha destrozado nuestros productos. Los chinos se han hecho con el mercado mundial, se han hecho incluso con nuestros comercios, la industria del calzado, del juguete, del electrodoméstico español, ya es Historia, ha sido barrida por los chinos.
7ª Similitud: Paro generalizado.
Para muchos autores la crisis de la ciudad romana, fue el mecanismo que trajo consigo el inicio del Feudalismo. Actualmente son millones las personas en este país que no encuentran un empleo. Hace mil quinientos años, su solución fue abandonar las ciudades y volver al campo. Allí para protegerse pasaron a depender de señores poderosos, ya que por si mismos no podían hacer frente a merodeadores y a los altísimos impuestos a los que estaban sometidos, se fueron glebalizando.
8ª Similitud: Existencia de una poderosa oligarquía.
Estudios recientes han demostrado que la riqueza del país cada día más es acumulada en menos manos, pues mientras la gran masa pierde poder adquisitivo, unas pocas manos fuertes, cada vez acumulan más recursos. Están exentos de pagar impuestos, que prácticamente recaen en las clases medias, pues ellos tributan una parte mínima a través de las SICAVs y evaden en paraísos fiscales por sociedades entrecruzadas. Además el Poder Político está a su servicio no al de la ciudadanía, pueden con sus negocios arruinar bancos, que seremos todos los que los rescatemos, mientras ellos, aliados como digo a la casta política que les sirve, quedan impunes. Al final del Imperio Romano, se gestó el Feudalismo con la acumulación de grandes extensiones de tierra en unas pocas manos que cada vez fueron adquiriendo más poder y prebendas mientras menguaban los derechos de la ciudadanía, una similitud al poderío de las grandes corporaciones actuales mientras el ciudadano pierde paulatinamente sus derechos.
9ª Similitud: Crisis general de los valores incluso del arte
La Decadencia del Imperio Romano, no fue solo una cuestión económica, o social, se puede decir que también era algo artístico y cultural, incluso moral. Fue el declive de una Civilización, que como un ser vivo, nace, y al final termina muriendo. Luego no se puede hablar de su derrota militar contra los bárbaros como causa de su declive, existía una sensación generalizada de cansancio, de parálisis del sistema político y anquilosamiento social, de relajación general de costumbres, de asunción de vicios, que en otra época no hubieran sido consentidos. Ahora asistimos a depravaciones como los matrimonios entre homosexuales, que en cualquier otra civilización se entenderían como algo deplorable y síntoma de degradación total de las costumbres, el libertinaje de nuestras relaciones, la relajación moral, la falta de principios y valores, son cosas que como en la fábula de la rana y la marmita caliente, nos hemos ido acostumbrando poco a poco a ellas sin percatarnos de la gravedad de sus síntomas que son los de una sociedad que se va descomponiendo. La familia, que es el núcleo primigenio de la sociedad, está en grave peligro, nos hallamos desde un punto de vista social con una sociedad cansada, abúlica que muestra claros síntomas de escepticismo, relajación y apatía, nada que ver con la sociedad que forjó un imperio llena de dinamismo optimista y espíritu de sacrificio, en la confianza de que los tiempos nos llevarían a una situación mejor, que a día de hoy con en la postrera Roma, nadie tiene.
10ª Similitud: Decaimiento cultural.
El Periodo histórico del Bajo Imperio Romano, hubo un desinterés general por la Filosofía, la Literatura, la Cultura en general. Actualmente hay una gran crisis cultural en España, no existe una vida intelectual que ser pueda decir que enriquezca el panorama social, sino que es ignorada la Cultura así como la intelectualidad, en pos de resaltar el discurso dogmático y sectario de apoyo incondicional a las medidas que va tomando el gobierno y cuya crítica no presenta una alternativa fuertemente estructurada. Hubo también como hoy en día un retroceso en la calidad de educación.
Ya hemos dado esas diez similitudes, que me hacen pensar que asistimos a un periodo histórico muy similar en sus bases a lo que sería la decadencia de un sistema político y social como el Imperio Romano en este país. Sin duda nuestro sistema también está en decadencia, son muchos los que hablan de que la sociedad española está enferma y su sistema político corrupto, su sistema financiero quebrado. Ahora vayamos a la pregunta que nos hacemos todos, conociendo estos síntomas hacia dónde nos dirigimos.
Afirmo que hacia una suerte de Neofeudalismo, basado no en los grandes propietarios agrícolas que defendían a otros pequeños de la vorágine acaparadora de los burócratas, a cambio de al final hacerse con sus tierras, más o menos por la fuerza, porque dichos señores, empezaron a tener miniejércitos que coaccionaban a sus vecinos más débiles y pequeños. Miniejércitos que son habituales en los estados fallidos, donde surgen señores de la guerra. Sino en un Neofeudalismo basado en las Grandes Corporaciones.
Ya en Rusia y en China existe el antecedente de ciudades creadas por grandes empresas donde sus trabajadores viven y son protegidos del exterior digamos, tienen su vivienda, sus lugares de ocio, se relacionan y casan entre ellos, y la factoría al lado, son ciudades-empresa.
El ciudadano libre, no puede protegerse por una parte de una criminalidad desbocada, que cada vez irá a más, a la vez del ansia saqueadora del Estado, cada vez más inoperante y ya solo pendiente de recaudar, pero si tiene la protección de vivir por y para la empresa, en la Ciudad Empresa, como nuevo concepto de evolución de ciudadestado. La Empresa le protegerá a cambio de su libertad, ese fue el contrato del Feudalismo.
Por una parte el ejército de desarrapados parados, cada vez siendo más y estando más desprotegidos y estimo que con el tiempo reprimidos. Y los pocos que trabajen, perdiendo paulatinamente sus derechos, y siendo cada vez más dependientes de la empresa, que si se trata de una gran corporación tenga más y más poder sobre ellos y sobre el estado.
Ese Nuevo Feudalismo al que nos encaminamos es el del Gran Capitalismo. Se observa una progresiva pérdida de la independencia de los ciudadanos, una crisis total de los estados, ya arruinados, y el auge de grandes empresas que cada vez tienen más poder y potestad sobre sus empleados.
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