Lo que mueve a Sánchez Gordillo: peligra su ‘utopía’ subvencionada y su reelección
El miércoles me referí aquí a la farsa utópica de Marinaleda, el pueblo del que es alcalde el diputado de Izquierda Unida Juan Manuel Sánchez Gordillo. En esa entrada señalé que el 78,22% de su presupuesto municipal para 2011 procedía de transferencias de otras administraciones. Eso permitió a esa localidad de menos de 3.000 habitantes manejar el año pasado un enorme presupuesto de más de 4 millones de euros (más de 700 millones de pesetas). Pero al alcalde de Marinaleda se le está acabando la fiesta a costa del contribuyente.
Las subvenciones a Marinaleda han caído este año casi un 46%
La Gaceta señalaba ayer que el presupuesto de Marinaleda para 2012 contempla un gasto de de 2.729.000 euros: un 35,94% menos que en 2011. Si en 2011 el presupuesto municipal de Marinaleda procedía en más de tres cuartas partes de transferencias de las demás administraciones públicas -un total de 3.332.960 euros de los 4.260.517 euros presupuestados por el gobierno municipal-, en 2012 el dinero facilitado por la Junta de Andalucía y el gobierno central el Ayuntamiento de Marinaleda ha caído en más de un millón y medio de euros (1.531.473 euros, para ser más exacto). Se trata de un descenso de un 45,94%, que rebaja el volumen de las transferencias de las demás administraciones públicas a un todavía muy elevado 66,01% del presupuesto municipal de la utopía de Sánchez Gordillo.
El presupuesto de Marinaleda para este año es el más bajo desde 2003. Si como ya he señalado supone un descenso de casi un 36% respecto del presupuesto de 2011, el descenso respecto de 2010 es de un 46,86%. Entonces el ayuntamiento presidido por Sánchez Gordillo gastó la astronómica cifra de 5.823.590 euros, 968 millones de pesetas, un gasto del todo excesivo en plena crisis. Si ese año los habitantes de Marinaleda hubiesen tenido que pagar a partes iguales tal despilfarro, les tocaría pagar 2.096 euros por cabeza. Dos años después, lo que tendría que pagar cada habitante de Marinaleda para sostener el gasto municipal de este año sería 982 euros, una cantidad elevada pero bastante inferior a la de 2010.
Se acaba el dinero público con el que IU mantenía su tinglado populista
Los datos indican que a Sánchez Gordillo se le acaba la pasta que despilfarraba a manos llenas para mantener su farsa utópica, en la que algunos ilusos veían una alternativa eficaz al malvado capitalismo, pero que en realidad se sostenía gracias al dinero de los contribuyentes. ¿Podría aplicarse este modelo a toda España? A modo de ejemplo, el presupuesto del Estado para 2012 es de 122.083 millones de euros. Si tuviésemos que obtener el 66,01% de ese presupuesto de transferencias exteriores, España necesitaría que otros países le donasen 80.586 millones de euros para poder mantener la utopía. La alternativa comunista de Sánchez Gordillo pasa, necesariamente, porque otros se esfuercen a trabajar y a pagar impuestos para que los protagonistas de la utopía puedan vivir como en los mundos de Yupi.
El gran descenso en los ingresos del Ayuntamiento de Marinaleda va a tener efectos muy negativos para la farsa populista de Sánchez Gordillo. Gracias a ese dineral que recibía de las arcas de Estado y de la Junta de Andalucía el diputado de IU ha podido permitirse descaradas formas de conseguir un voto cautivo tales como cobrar alquileres de sólo 15 euros al mes (la propia web del Ayuntamiento de Marinaleda reconoce que esas casas se contruían gracias al dinero concedido por el gobierno central y autónomico). Es también ese elevado gasto público, facilitado por las transferencias de otras administraciones, el que permite a un pequeño pueblo de menos de 3.000 habitantes tener una televisión y una radio municipales, que la web de dicho ayuntamiento justifica en una página panfletaria que a pesar de ser parte de un medio institucional comienza con este párrafo de ultraizquierdismo puro y duro: “No basta lamentarse con la derrota ideológica que la burguesía desgraciadamente ha conseguido a nivel ideológico sobre el movimiento obrero y en general sobre las opciones revolucionarias.”
El mito del 0% de paro en Marinaleda: entre el subsidio agrario y el PER
Esa lluvia de subvenciones ha privilegiado a un pueblo que está muy lejos de ese mito del 0% de paro que dicen algunos, una falsedad que difunde la propia web de ese ayuntamiento al afirmar: “hemos acabado con el paro”. Según las listas de beneficiarios del subsidio agrario en 2011 publicadas en la web del Senado, en Marinaleda percibieron esa prestación el año pasado 308 personas. Como señala el Servicio Público de Empleo Estatal, dicha prestación permite cobrar 100 días de subsidio a quienes hayan trabajado 20 jornadas en el campo, o entre 180 y 360 días de subsidio (en función de la edad y situación familiar) a quienes haya trabajado 35 jornadas. De hecho, Marinaleda ha seguido recibiendo cuantiosas partidas del Programa de Fomento de Empleo Agrario, también conocido como PER (Programa de Empleo Rural, su antigua denominación), una especie de Plan-E para zonas rurales deprimidas. Las partidas destinadas por el gobierno para este plan van a los ayuntamientos correspondientes. A modo de ejemplo, en el segundo trimestre de 2011 (ver BOE) el Ayuntamiento de Marinaleda recibió 245.041 euros (más de 40 millones de pesetas) en este concepto.
Una estrategia política al más puro estilo de Sánchez Gordillo
El fuerte descenso en las subvenciones de otras administraciones significa que Sánchez Gordillo no podrá mantener como antes sus políticas populistas de despilfarro a costa de los contribuyentes: su política de “pan y circo” tiene los días contados. Ha sido precisamente gracias a esos despilfarros y a esa política populista -además de al descalabro del PSOE- como Sánchez Gordillo obtuvo el 73% de los votos en las últimas Elecciones Municipales, tras haber obtenido un 61,87% en 2007. Veremos qué pasará cuando la utopía subvencionada de Sánchez Gordillo empiece a hacer aguas, precisamente, por la caída de la clave de su éxito: la lluvia de ayudas de las demás administraciones. Recordemos lo que apunté aquí el miércoles: este señor está acostumbrado a conseguir dinero de las demás administraciones a base de coaccionar a sus titulares con métodos como amenazarles con ocupar edificios institucionales. En este sentido, cabe preguntarse si con espectáculos como el atraco a los supermercados Sánchez Gordillo pretende presionar a las demás administraciones para que reabran el grifo de las subvenciones y así poder mantener su tinglado político y el voto cautivo comprado con dinero público, garantizándose la reelección.