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El IES Puerto de la Torre (Málaga) acumula quejas de padres y profesores
Este instituto es una ruinaNo hay limpiadoras, apagones de luz, internet falla, no hay calefacción y se cuelan ratas
FRANCIS MÁRMOL Málaga Actualizado: 09/02/2015 12:42 horas
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LoginNo hay nada más que escuchar a los padres del IES Puerto de la Torre para echarse las manos a la cabeza y advertir que aquí la excelencia de la educación pública ni se ve, ni se la espera. Todas las calamidades posibles se han concentrado en este centro de 26 años, único e insuficiente en esta populosa barriada del extrarradio malagueño con 30.000 habitantes. En la actualidad, es una isla olvidada por la administración.
El caso es que el personal educativo del centro lamenta que cuando llaman a la Delegación de Educación para trasladar las muchas deficiencias que sufren, la mayoría de las veces, los funcionarios desconocen hasta su ubicación en el mapa de la ciudad. Ni mucho menos les echan cuentas. Pese a eso la profesionalidad de sus docentes les valió para ganar el Premio a la Excelencia Educativa en 2010. El listado de sus carencias que denuncian es muy elevado:
Sin limpiadoras. El centro sufrió recientemente la no renovación de un ordenanza, un administrativo y una limpiadora. Hace poco también se prescindió de otra más. Actualmente cuenta con sólo dos para un centro de 700 alumnos. Éstas están de baja y ahora mismo no hay limpieza. La Delegación no le ha repuesto estas bajas. Los alumnos chapotean sobre orines en los aseos.
Apagones de luz. El propio distrito es a menudo víctima de apagones de luz. Necesita igualmente la reparación de todo el sistema eléctrico, viejo, que falla habitualmente. Esto dificulta las clases.
Internet deficitario. Pese a ser un centro TIC, el IES Puerto de la Torre no puede disfrutar de buen servicio de telefonía, adsl o fibra óptica que directamente no llega. Los alumnos no tienen acceso a internet habitualmente por ello, dada la baja velocidad con la que pueden navegar. Los programas para trabajar en red de la Junta no funcionan y no se arreglan. Los ordenadores son viejos y continuamente necesitan ser reparados. Los portátiles que regaló la Junta se amontonan ya inútiles.
Abrigos en las aulas. No hay calefacción. El instituto limita con el campo, en una de las zonas más frías de la ciudad. En estos gélidos días los niños soportan las clases bien abrigados. No hay zonas de recreo cubiertas. En verano se registran hasta temperaturas de 45 grados. Tampoco hay aires acondicionados.
Visitas indeseables: las ratas. Está rodeado de descampados, que no se limpian, ni podan y de una parcela que es usada como escombrera. Con este entorno acechan las ratas, que roen los vallados para entrar y se les ha visto en incursiones por el patio. Otros visitantes habituales son las arañas, ciempiés o incluso las escalopendras.
Campo de tiro ilegal de fin de semana. El centro es víctima de actos vandálicos cada fin de semana. Aparecen ventas y persianas rotas habitualmente que también lastran el presupuesto anual. Hay incursiones en las instalaciones cuando el instituto está cerrado. La Policía acude habitualmente para recoger el parte de destrozos. El descampado limítrofe se convierte en campo de tiro ilegal los fines de semana.
Roturas. La antigüedad del centro también supone que se llegue a romper mucho material fungible constantemente. Se recogen una media de cinco partes al día relacionado con este tipo de desperfectos. Se pidieron a la Delegación hace más de ocho años materiales para el salón, sala de profesores, armarios, departamentos y nunca se les ha hecho caso. Las duchas del gimnasio llevan diez años sin funcionar, sin conexión con la red de aguas. Despachos humedecidos y zonas inservibles del gimnasio se unen a este catálogo. Azulejos desportillados y cristales rotos también son visibles.
Aula matinal. El centro no tiene un aula matinal pese a que la ha solicitado. Son los propios responsables del centro los que han tomado la determinación, por su cuenta y riesgo, de abrirlo antes para que ningún niño tenga que quedarse a la intemperie hasta que abra. Incluso algunos de ellos invitan a los alumnos más pobres a desayunar de su propio bolsillo.
Centro saturado. Tiene una ratio por encima de lo normal al ser el único IES público de una barriada tan poblada. A pesar de ello los resultados de sus alumnos no están entre los peores de la capital.
Alumnado disruptivo. Recibe a estudiantes de zonas marginales. Algunos están en riesgo de exclusión social y hay casos de algunos que tienen hasta historial policial. Al haber muchos centros e institutos concertados en la zona, las familias con cierto poder económico evitan este único centro público.
ePremios de vales de comida y zumos. En los concursos de matemáticas o lengua los premios son vales de comida y zumos ante las carencias alimenticias que los profesores advierten en algunos de ellos. Dicen que pese a ello estos premios suben la competitividad.
Sin Formación Profesional Básica, ni programas complementarios. Los alumnos que se dirigen a la FP tienen que salir del centro y sólo tienen unas pocas plazas de inscripción (6) para este distrito en la Universidad Laboral, el centro público más cercano, a un kilómetro. La oferta de enseñanza es escasa. Las enseñanzas musicales obligan a salir del distrito y la de idiomas existe (That's english) porque la consiguió su director por amistad con la directora de la Escuela Oficial de Idiomas.
Presupuesto ajustado. Quizá lo más notorio y decisivo. El centro contaba en 2007 con un presupuesto de 160.000 euros y ahora sólo disfruta de una cifra cercana a los 80.000 euros, que resulta insuficiente para tapar todas estas carencias. Los directores de institutos en Málaga no tienen acceso a los parámetros que definen el presupuesto correspondiente para cada centro, se les niega. Pero en el IES Puerto de la Torre se sospecha que son discriminados con respecto a otros del mismo tipo. No se les facilita tampoco cómo se reparten equitativamente los programas y el material.