Bajada de calificación a Europa: cómo inventar un mercado alcista y fallar
"Ayer se confirmó la bajada de la calificación crediticia de Francia y Austria. Era un secreto a voces que todo el mundo ha querido obviar en este rally falso, pero muestra de nuevo lo que comentamos aquí, las agencias de calificación son demasiado diplomáticas y generosas en la nota de la deuda soberana, y la noticia debe servir de revulsivo para que se ponga fin a la política del avestruz de Europa de esperar a que escampe mientras se soluciona un problema de deuda con más deuda."
En todas las reuniones de los últimos días la pregunta es la misma: “¿qué opinión le merece el éxito de la colocación del Tesoro del jueves?”. Me gusta que la gente sea optimista y que introduzca de entrada la palabra “éxito” en la pregunta. Denota alegría. Mi respuesta es la misma a la de las anteriores colocaciones: si el BCE inyecta más de 400.000 millones de euros en el sistema, se produce el mismo efecto que con cualquier inyección de liquidez realizada con deuda, el mismo impacto que si se tira una enorme piedra a un contenedor de agua.
Parece que sube pero el agua es la misma. Si bien es cierto que la decisión de limitar el déficit en la Constitución y las medidas anunciadas por Rajoy explican hasta un 50% de la diferencia entre la prima de riesgo española y la italiana, y por lo tanto se despeja el camino de la solución aunque sea dura, no deja de ser importante resaltar que la prima no ha caído desde los niveles que considerábamos “de crisis” hace menos de un año. Los 300 puntos básicos no los ha movido ni el BCE ni las llamadas continuas, casi irritantes, de brokers, analistas y banqueros que recibo contándome las bonanzas de la última colocación. Hay que hacer mucho más y cercenar deuda absoluta, no solo reducir crecimiento de déficit.
Les cito el comentario de un excelente analista sobre la colocación de esta semana: “sobredemanda favorecida por la financiación a tipo fijo y con asignación total del BCE a 3 años”. Traducción: deuda pagada con deuda. “Además, el bono de plazo más corto subastado podría haber resultado muy atractivo para descontarlo como colateral en la próxima subasta del BCE del 28 de febrero, también a un plazo de tres años”. Traducción: el BCE se endeuda sólo para que los bancos compren deuda estatal, y cuando esa deuda venza, se use como colateral para comprar más deuda estatal hasta que el sistema explote. Ni un céntimo para usted, sufrido ciudadano-empresa.
Lo que yo sé de las colocaciones europeas desde octubre es lo siguiente:
No hay inversores finales. Todo se reparte/esconde entre los colocadores y los propios bancos centrales. Como decía un amigo de un hedge fund, “bancos insolventes prestando a estados insolventes para que luego éstos rescaten a empresas públicas, gobiernos locales y cajas insolventes”
Ni un céntimo de euro de los programas de estimulo ha ido a la economía real. Hasta Alemania ve su PIB decrecer en diciembre.
Los bancos han depositado en el BCE todo el dinero recibido, probando que ni se prestan entre ellos ni se fían de la capacidad de generar liquidez del sistema.
Todo ese “dinero” del BCE no es más que deuda, con lo cual estamos migrando “coste financiero” de las subastas de deuda periféricas a un mayor coste financiero de la deuda total europea. Se apaga fuego con más fuego, deuda con más deuda. Al final esa deuda se va a pagar con los mismos impuestos, los de los ciudadanos. Si se paga.
Esto es lo que se llama el 'carry trade' del esquema europeo, en el que se sigue echando al capital extranjero, esperando que le 'coloquemos' a nuestros ciudadanos esa deuda a través de impuestos o, aun peor, imprimiendo moneda, que es el equivalente a sacar dinero del bolsillo del ahorrador para meterlo en el bolsillo del endeudado, dárselo a los gestores-desastre de una Unión Europea que jamás ha sabido reducir su presupuesto. O enchufarle deuda pública al inversor minoritario, algo que algún medio tenia la indecencia de tildar como “una inversión a balón parado”.
Pero en el camino de crear un mercado alcista artificial ha sido una 'mala pata'. Vaya por Dios, que el esquema del BCE haya coincidido con tres grupos de malas noticias que estropean la “maquinación para alterar el precio de las cosas” de nuestros intervencionistas.
1) Una serie de revisiones a la baja de expectativas de crecimiento de beneficios (profit warnings) como comentábamos aquí la semana pasada, de espanto por parte de líderes globales. Siemens, Philips, Tesco, Alcoa, Vestas, Tiffany y Chevron han bajado sus propias expectativas de resultados hasta en un 20%.
2) El contra-efecto de los planes de austeridad necesarios y revisiones a la baja de PIB. La inyección de optimismo-liquidez esperada en el sistema, y hablamos de 1 billón de dólares en Europa, expansión crediticia China, un plan de estimulo similar en Inglaterra y bajada de tipos de sus líneas de crédito en 50pbs por parte de la Fed en EEUU, no compensa ni la bajada de PIB estimada, ni el aumento de deuda del sistema ni las necesidades de refinanciación pública y privada, que superan los 7 billones de euros solo en Europa.
3) Los mega-consumidores mundiales, los Estados Unidos, han dejado de exportar a Europa los dólares necesarios para las necesidades de comercio, con lo que las reservas en dólares de los bancos centrales se están reduciendo a la vez que aumenta la exposición a deuda soberana. Con el PIB de la eurozona en caída libre, este efecto puede ser devastador, sobre todo si EEUU ataca el riesgo de recesión interna con otra devaluación implícita de su moneda, que no ayuda al crecimiento global pero destruye las reservas de los bancos.
Cuando se altera de manera continuada y manipulada el precio de los activos, la confianza en el sistema se desploma y nadie invierte. Se crea el efecto contrario al deseado.
Estos tres factores son los que pueden acortar, y de manera agresiva, un rally alcista bursátil artificial, sin hablar de los 120.000 millones de euros que necesitan los bancos para recapitalizarse, de los cuales, a pesar de inyecciones de liquidez, necesitarán al menos un 25% en ampliaciones de capital. Lo bueno del 'carry trade' es que genera euforia bursátil a corto plazo, y lo mejor de esa euforia es que da unas oportunidades excepcionales de abrir posiciones cortas.
La peor noticia que he leído en mucho tiempo. Cláusulas de Acción Colectiva
Me sorprende mucho no leer en la prensa europea en primera página y a seis columnas que Grecia necesitará otros 15.000 millones de euros para llegar a octubre y que la Unión Europea se está planteando imponer cláusulas de acción colectiva a los tenedores de deuda griega.
Permítanme explicarles lo que es una Cláusula de Acción Colectiva (CAC). Cuando un estado no puede repagar su deuda y decide reestructurarla (default), pone en marcha un proceso de negociación con sus acreedores para que se estructure de manera ordenada y acordada. Eso en el caso de la deuda estatal se llama PSI (Private Sector Involvement), y busca que los inversores privados encuentren oportunidades incluso en activos complejos. Pues bien, la cláusula de acción colectiva es lo contrario. Es el estado, o la UE en este caso, imponiendo...“éstas son las condiciones porque lo digo yo, y te fastidias”. Ajo y agua.
Por supuesto, mis amigos los optimistas dicen que es una medida restringida a Grecia. Puede. Pero les aseguro que, de implementarse, se generaría lo que en los hedge funds llamamos una alarma de crédito (o un 'credit event', si quieren ser más diplomáticos) . Los que posean bonos de cualquier país europeo, particularmente deuda periférica, saldrán corriendo a comprar protección (CDS, credit default swaps) de España, Italia, Francia y Portugal, disparando la prima de riesgo, la confianza en el sistema se desplomaría por la inseguridad jurídica y el proceso que se estableció en enero de 2011 de inexorablemente desterrar capital extranjero fuera de Europa sería ya irreversible.
La buena noticia es que hay algunos inversores alertando sobre ese riesgo, y a lo mejor alguien me lee y con un poco de suerte, se paralizará. Y entonces espero que se acabe ya el juego éste de intervenir el mercado, la maquinación para alterar el precio de las cosas de la Unión Europea, donde todo se financia, se compra y se vende con deuda dentro del mismo círculo, haciendo el agujero mayor cada día. La calificación crediticia de media Europa está en riesgo. La verdadera solución es un proceso de restructuración de deuda a precios de mercado, con oferta y demanda real, con luz y taquígrafos, de venta de activos en condiciones abiertas y de ampliaciones de capital a precios adecuados al riesgo real y aceptados por los inversores. No es tan difícil.