se van a quedar sin trabajar muchos interinos este curso.
Penosa la situación pero es así. Y en cierta parte hasta merecido. Este verano no salió a la calle ni la mitad de personas que estamos en primaria, la gente no veia lo que estaba pasando. Al igual que hoy por hoy los aspirantes no ven lo que le toca pasar a ellos el curso que viene
Nadie merece lo que está pasando, ni los que protestaron ni los que no, porque aunque hubieran salido todos los interinos sin vacante y aspirantes, aún hubieran dicho los medios de comunicación y las administraciones que solo éramos ¿5.000? ¿6.000? ¿7.000?
La ciudadanía se siente usuaria del servicio sanitario, sufre sus déficits y las malas prácticas de las administraciones, y por ello se moviliza de manera rotunda en favor del derecho a una sanidad de calidad, porque lo considera un recurso valioso.
Por el contrario, todo el mundo se llena la boca hablando de las bondades de la Educación, incluidos los políticos. Se valora porque en el fondo sabemos que es poseedora de dicho valor, pero no somos capaces de vincularnos a él. Pero no nos engañemos, mientras niños, niñas y adolescentes estén a buen recaudo en los centros educativos durante el mayor tiempo posible, y esto seguirá siendo así porque es obligatorio desde los 6 a los 16 años, la ciudadanía en masa no va mostrar su rechazo a los desmanes de las administraciones en materia educativa. De esta forma las familias disfrutarán de sus valiosas guarderías y a los políticos les permitirá contener el desempleo al menos hasta los 16 años y arrojarse leyes educativas con propósitos electorales. La Educación es una inversión a largo plazo, y en este país somos muy estrechos de miras,
¿Dónde están las familias? ¿Qué interés tienen por la educación de sus hijos e hijas? ¿Dónde está la sociedad en general que sufrirá las consecuencias del revolcón que está sufriendo la Educación?
Cuando las protestas y movilizaciones tan solo son secundadas por los docentes, son muchos los que piensan que se tratan de protestas y movilizaciones ligadas a derechos laborales-económicos, y no van más allá.
Una movilización educativa debería estar encabezada por los tres sectores fundamentales, familias, alumnado y docentes, y secundada por la sociedad en general, bajo la única bandera de la Educación de Calidad, y no encabeza por sindicatos trasnochados, partidos carroñeros que se alimentan de las miserias de la población y banderas tricolor, porque la Educación no es patrimonio de nadie, es de todos y todas, y por eso todos y todas deberíamos luchar por defenderla.