Después de unos días mordiéndome la lengua, la paciencia tiene un límite. Dejemos al margen el hecho de que me han llamado desde Cádiz para una sustitución de un solo día en Almería. Estas cosas, que son muy desagradables, a veces pasan. Hombre, joder..jode, ya os podéis imaginar, además del dineral que pierdes. Lo que me quema la sangre es que me dieron el cese el lunes y hoy martes (estando parado desde primera hora) no me han devuelto a bolsa en todo el día. Y sigo fuera de ella por los siglos de los siglos y amén. Lo que me indigna es que hoy había una baja para mí y no la he podido pillar porque esta gentuza de Delegación no le da la gana de meterme en bolsa.
Al margen de esto, que no es poco, el mismo día de mi nombramiento había una compañera a la que adjudicaron una itinerante que no sacaron de la bolsa ni antes ni después de tomar posesión. Y aún no sé si lo han hecho. Con esta gente, cualquier cosa…
No sé, estoy muy quemado. Ahora mismo sólo puedo decir barbaridades de estos indeseables de Delegación que me han hecho perder un trabajo para mañana por to la cara. Aquí el tema de la gente que entra y sale de la bolsa, no lo reflejan por lo que se ve y se convierte en toda una odisea para ellos. Por lo visto, no lo controlan…Otra cosa son los cafelitos, aquí son linces, pero no el de máquina como el que tomo yo en el trabajo, el cafelito de terracita, como mandan los cánones. Hombreeee, faltaría más. ¿El teléfono? Eso pa qué vale, anda qué rollo atender el teléfono, solucionar dudas y responder a preguntas de la gente. Son unos incompetentes a los que les mandaría un inspector para que les meta un puro por dejación de funciones.