Rute, pienso exactamente igual que tú. En la escuela tradicional (que muchas veces es la realidad que nos encontramos hoy en día en las aulas) se da la situación en la que el maestro/a se centra casi exclusivamente en que la letra debe ser perfectamente elaborada como si los alumnos fuesen máquinas de escribir bonito. Se borra casi todo para que lo vuelvan a escribir, hacen mil hojas de caligrafía semanal, llevan un cuaderno que parece sacado de un cuento Disney, la colocación de cada título, coma, punto, etc. debe ser milimétricamente corregida, los enunciados se copian TODOS para que practiquen más la escritura, etc.
Me parece un gran error y creo que este exceso es, en parte, culpable de que a los niños les deje de gustar aprender, porque aprender ha pasado de ser "saber y saber hacer" a "cuanto más y más bonito, mejor".
Por otra parte, según mi criterio, que sé que muchos no comparten, la letra tradicional ligada, mega redonda y barroca es una barrera a la hora de enseñar lectoescritura, ya que se centra uno más elaborar esas obras de arte y quita mucho tiempo al entendimiento y a la escritura funcional.
Y ahora me lloverán críticas.
Por cierto, me parece genial tu rincón del boli ^_^. Igual te lo copio.