Yo sí lo veo una barbaridad, máxime cuando en las ingenierías es lo más habitual.
Por otro lado, y si lo que desean es la ejemplaridad del estudiante universitario, yo consideraba a los macrobotellones como acciones similares a la kale borroka; y, por tanto, susceptibles de intervención masiva de los antidisturbios.
Por último, a los que se benefician de este fenómeno del botellón que degrada al estudiante, multazo a los vendedores. Y hay una manera de saberlo: por las marcas de las bolsas que se encuentran en los descampados una vez entran los equipos de limpieza.
Pero multas gordas....
¿Qué tiene que ver aquí los vendedores? Otra cosa es que vendan alcohol a menores o fuera de la hora, pero si lo hacen legalmente, para qué implicarlos. Parece que olvidamos que cuando quieren, también hay poder de planificación y pueden comprarlo con antelación.