El Tribunal Supremo de EE.UU. dictamina que la descarga de música no es delito
El mismo país en el que algunos usuarios han tenido que pagar cientos de miles de dólares para compensar por descargas de música desde internet acaba de ratificar que una descarga de música no vulnera la ley de copyright federal. «La música no es ni recitada, ni interpretada, ni tocada cuando una grabación (electrónica o en cualquier formato) es entregada a un potencial oyente» es el veredicto de un tribunal de apelaciones de Nueva York, que fue reafirmado el lunes por el Tribunal Supremo.
Según Donald Verrilli, Procurador General de Estados Unidos, le decisión del tribunal de apelaciones fue correcta y de acuerdo a la interpretación habitual de las normas de copyright. La decisión judicial había sido cuestionada por la ASCAP, asociación sin ánimo de lucro que aglutina a los compositores, autores y editores estadounidenses. Dicha asociación, que representa los intereses de cerca de 400.000 creadores, perdió en septiembre de 2010 el caso en el que ponía en duda la interpretación de la sección 101 de la Ley Federal de Copyright al pedir que las descargas de música fueran entendidas como una reproducción pública por la que sus autores debían ser compensados económicamente.
Theodore Olson, abogado de la ASCAP, criticó que la decisión del tribunal de apelaciones permitirá que Estados Unidos viole tratados de propiedad intelectual y otros acuerdos internacionales.
Origen de la demanda
El origen de la demanda tiene lugar en 2009, cuando la ASCAP presentó una demanda contra AT&T y otra compañía de telecomunicaciones en la que pedía a estas empresas el pago de una compensación económica por la distribución de tonos para el móvil. En la sentencia tomada por el tribunal de apelaciones en 2010 la ASCAP también vio rechazada su petición de una compensación extra del 2,5% por las reproducciones musicales desde páginas como Yahoo! o RealNetworks. La apelación de esta decisión ni siquiera llegó al Tribunal Supremo.
La ASCAP, el equivalente estadounidense a la SGAE, es el encargado de recaudar el canon de más de la mitad de la música que se reproduce en internet y representa a artistas que van desde Beyoncé hasta Marc Anthony pasando por clásicos como Duke Ellington o George Gershwin.