La prensa dominical alemana plantea abiertamente el final del euro. Son muchos los análisis que advierten de que esta semana pasada, cuando el Banco Central Europeo (BCE) compró deuda española e italiana, se rompió el último tabú, la condición bajo la cual Alemania se adhirió al euro y motivo por el cual debería ahora abandonarlo antes de que se hunda.
Tobias Kaiser, en 'Die Welt', se permite por ejemplo plantear cuatro posibles escenarios. El primero sería la separación de Grecia de la moneda única y el segundo una partición por la mitad de la zona euro en la que quedarían separados los países euro del norte de los del sur, una especie de euro de dos velocidades.
También hay una tercera posibilidad en la que la parte sur se divide a su vez en cuatro zonas diferentes, es decir, cuatro países renqueantes abandonarían el euro.
Y la última opción es una ruptura total del proyecto y la vuelta, en caso de Alemania, a un marco que, debido a la situación económica e industrial del país resultaría una moneda muy fuerte y estable respecto al resto de las europeas y respecto al dólar. La única contrapartida que reseña el artículo es el hándicap para las exportaciones.
Es a estos análisis, que crecen como setas en la prensa económica veraniega de Alemania, a los que responde el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en una entrevista que 'Der Spiegel' publicará mañana y en cuyo avance trata de tranquilizar a los alemanes, asegura que no habrá transferencia de deuda de unos países a otros, ni tampoco apoyo ilimitado. También garantiza que todos los mecanismos de apoyo establecidos hasta ahora están sujetos a las más estrictas condiciones.
El ministro rechaza tajantemente la creación de eurobonos, con la que la opinión pública alemana definitivamente no transige, pero leyendo con atención sus palabras, se encuentra entreabierta una puerta que da al recibidor de un posible Ministerio de Finanzas Europeo.
"Los eurobonos no son deseables mientras cada país desarrolle su propia política de finanzas" y mientras se necesiten "los diversos tipos de interés para que haya estímulos y mecanismos de sanción para forzar la consolidación", dice Schüble, antes de zanjar cualquier alusión a los miedos de los alemanes asegurando que pueden estar tranquilos porque "no habrá rescates a cualquier precio".
Algunos otros reputados economistas coinciden en la conclusión, pero no en los motivos. "No habrá rescates porque no hay dinero", dice hoy en 'Frankfurter Allgemeine Lasrs Feld', el más joven de los Cinco Sabios que asesoran a Merkel en materia económica y que confiesa que "España aún podría ser rescatada si es que coopera el FMI, pero Italia... Italia no cabe en ningún paraguas de rescate".
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