Microrrelatos

[Nieves]

Había comenzado un nuevo día

Todo a su alrededor era extraño, no reconocía, siquiera, la ventana por la que entraba el sol. Las sábanas se les resbalaban por la espalda y el colchon era demasiado blando, algo estaba pasando. En ese momento alguien entró, no supo reconocer su voz pero si su atuendo, parecia una enfermera, pero no entendió que había pasado. Al momento la chica dijo... "Samuel, está usted despierto, lleva 15 días en coma después de sufrir un accidente de tráfico, el otro hombre... (se calló, suspiró y prosiguió...), me alegro que se encuentre bien, si necesita algo, llámenos". Comprendió ahí que su intento había sido fallido, pero alguien había conseguido el objetivo que quería para sí,.... no es justo, era mi vida, pensó

[Nieves]

Uys... como me esta gustando esto jejeje  me siento realizada despues de cada respuesta 

[Lauris]

Uys... como me esta gustando esto jejeje  me siento realizada despues de cada respuesta 

Es un vicio 

[jospt]

no es justo, era mi vida, pensó pero la vida no depende de uno. El camino era largo, no tenía nada mas que hacer. Detras dejaba todo lo que había sido su vida. la decisión de partir no había sido suya, el destierro era la única oportunidad de, al menos, intentar olvidar. Pero ese lastre le acompañaría en todo momento. Aquel accidente había truncado todos sus sueños, el el crudo asfalto se quedaron su esposa y su pequeño bebe. Ahora otra vez la carretera.

[Lauris]

Ahora otra vez la carretera. Siempre había soñado con una carretera interminable, que no le llevase a ninguna parte, pues no quería ir por donde le marcaba esa vida. Su recorrido por ella era difícil, cada día se le hacía más cuesta arriba.
Lo único que deseaba era alejarse del mundo, ya que éste no le aportaba más que dolor y sinsentidos.
Quería volar, quería marcharse, hacer lo que siempre había querido y que todos le impedían hacer. Era de noche, no veía muy bien por dónde estaba. Y el GPS volvió a hablar: "Ha llegado a su destino".

[Misstery]

- Ha llegado a su destino  - me dijo mientras se adivinaba una sarcástica sonrisa en su cara. Tenía mucho miedo, por un momento pensé que él tenía razón, que esas cuatro paredes  eran mi destino, el destino que me merecía por ser tan despreciable. Sin embargo, una pala disimulada en un rincón de aquel angosto lugar me sedujo con su brillante filo, el que usaría para acabar con aquel idiota. Lo hicé, y por alguna extraña razón estoy condenada a volver a hacerlo.

[Misstery]

Estoy condenado a volver a hacerlo. Necesito hacerlo. Conforme pasan las horas mi cuerpo no es mío, mi mente esta prisionera en una única idea que me lleva a la locura. Está decidido, lo voy a hacer, cogeré las llaves del coche y conduciré hasta el infierno para lograr lo que por unos momentos me llevará a alcanzar el paraíso. La vida se ha encargado de demostrarme que la fuerza de voluntad es un don codiciado por todos, si al menos yo pudiera afirmar que poseo voluntad propia…

Ya no soy el de antes, he cambiado, no soy yo, me odio. ¿Mi profesión?, soy pluriempleado: ladrón de bolsos, coleccionista de miseria, barrendero de ilusiones, constructor de sufrimiento, cocainómano. Ahora sólo quiero una cosa, olvidarme en que me he convertido y sé que solo ella me puede ayudar.

[Misstery]

Sólo ella me puede ayudar- pensé mientras miraba el fondo de mi cartera que era sólo eso, fondo. De repente las luces del bus hicieron su aparición magistral entre la lluvia, aprovechando la confusión logré subir por la puerta de atrás sin mayor problema que las miradas asesinas de dos viejas cotillas. Cuando atiné a reconocer aquel café, en el que tantas veces habíamos conversado alargando las tardes de invierno hasta el infinito, me aproximé a la puerta de salida para bajar en la próxima parada.
Mientras la lluvia azotaba mi cara, mis pies se apresuraron hasta llegar al portal de Lisa, toqué el interfono y una voz maltratada por el frío me contestó:
- ¿Quién es? ¿Acaso piensa que le voy a abrir si no habla?, no espero a nadie a estas horas.
- ¡Vaya!, los años te han vuelto más desconfiada. Soy Francis, aquel viejo amigo con tantos pájaros en la cabeza. Necesito que hablemos, alguien se ha cargado a todos esos pájaros de un sólo tiro.- contesté, intentando que mi desesperación no fuera tan evidente. Tras unos segundos me abrió la puerta.

Por unos momentos, el orgullo me empujaba a volver sobre mis pasos, no estaba preparado para ver como Lisa se mofaba de mí. Ella siempre me advirtió de que esa chica no era de fiar, sin embargo, yo me dejé deslumbrar por su dinero, dinero que nunca existió. Sí, dentro de unos minutos iba a mostrar a Lisa mi honorable título de “el cazador cazado”. Tras un intento fallido de adecentar mi aspecto en el espejo del ascensor, tomé aire y toqué el timbre.

[Nieves]

Tomé arie y toqué el timbre

La puerta de cristal reflejaba la luz como si de un espejo se tratara, aproveché para echar a un lado el flequillo que quizás presumía de ser demasiado largo...la camisa la llevaba un poco doblada, también la corregí... en ese momento sono una voz:

- ¿Si?
- ¿Matilde?
- Si, soy yo... ¿quién eres?
- (Respiré, seguramente después de 9 años ni reconoce mi voz) Soy yo.
- ¿Y quien "es yo"?
- Soy... Adrián... mamá, lo siento...
Se hizo un silencio tan sepulcral que me obligó a huir de nuevo

[prieto]

Tomé arie y toqué el timbre

La puerta de cristal reflejaba la luz como si de un espejo se tratara, aproveché para echar a un lado el flequillo que quizás presumía de ser demasiado largo...la camisa la llevaba un poco doblada, también la corregí... en ese momento sono una voz:

- ¿Si?
- ¿Matilde?
- Si, soy yo... ¿quién eres?
- (Respiré, seguramente después de 9 años ni reconoce mi voz) Soy yo.
- ¿Y quien "es yo"?
- Soy... Adrián... mamá, lo siento...
Se hizo un silencio tan sepulcral que me obligó a huir de nuevo

Me obligó a huir de nuevo
Mis pies aceleraban a cada paso, más y más rápido...
Mi corazón medio muerto por haber oido ese escandaloso silencio, no iba tan rápido como mis pies. Ese desajuste me obligó a parar, a no seguir corriendo...
Miré atrás, justo en el instante en que la puerta se abría. La delgada imagen de mi madre se dibuja en el marco de la puerta...
- ¿Adrían?...- solamente acertó a preguntar.

[Anmar]

Tomé arie y toqué el timbre

La puerta de cristal reflejaba la luz como si de un espejo se tratara, aproveché para echar a un lado el flequillo que quizás presumía de ser demasiado largo...la camisa la llevaba un poco doblada, también la corregí... en ese momento sono una voz:

- ¿Si?
- ¿Matilde?
- Si, soy yo... ¿quién eres?
- (Respiré, seguramente después de 9 años ni reconoce mi voz) Soy yo.
- ¿Y quien "es yo"?
- Soy... Adrián... mamá, lo siento...
Se hizo un silencio tan sepulcral que me obligó a huir de nuevo

Me obligó a huir de nuevo
Mis pies aceleraban a cada paso, más y más rápido...
Mi corazón medio muerto por haber oido ese escandaloso silencio, no iba tan rápido como mis pies. Ese desajuste me obligó a parar, a no seguir corriendo...
Miré atrás, justo en el instante en que la puerta se abría. La delgada imagen de mi madre se dibuja en el marco de la puerta...
- ¿Adrían?...- solamente acertó a preguntar.

Chicos...tenéis que  continuar la historia ehh?.... aish..¿cómo reaccionaron ambos?...estamos en ascuas jijij

[prieto]

Tomé arie y toqué el timbre

La puerta de cristal reflejaba la luz como si de un espejo se tratara, aproveché para echar a un lado el flequillo que quizás presumía de ser demasiado largo...la camisa la llevaba un poco doblada, también la corregí... en ese momento sono una voz:

- ¿Si?
- ¿Matilde?
- Si, soy yo... ¿quién eres?
- (Respiré, seguramente después de 9 años ni reconoce mi voz) Soy yo.
- ¿Y quien "es yo"?
- Soy... Adrián... mamá, lo siento...
Se hizo un silencio tan sepulcral que me obligó a huir de nuevo

Me obligó a huir de nuevo
Mis pies aceleraban a cada paso, más y más rápido...
Mi corazón medio muerto por haber oido ese escandaloso silencio, no iba tan rápido como mis pies. Ese desajuste me obligó a parar, a no seguir corriendo...
Miré atrás, justo en el instante en que la puerta se abría. La delgada imagen de mi madre se dibuja en el marco de la puerta...
- ¿Adrían?...- solamente acertó a preguntar.

Chicos...tenéis que  continuar la historia ehh?.... aish..¿cómo reaccionaron ambos?...estamos en ascuas jijij

Contnuala tu... sorpréndenos

[Nieves]

Tomé arie y toqué el timbre

La puerta de cristal reflejaba la luz como si de un espejo se tratara, aproveché para echar a un lado el flequillo que quizás presumía de ser demasiado largo...la camisa la llevaba un poco doblada, también la corregí... en ese momento sono una voz:

- ¿Si?
- ¿Matilde?
- Si, soy yo... ¿quién eres?
- (Respiré, seguramente después de 9 años ni reconoce mi voz) Soy yo.
- ¿Y quien "es yo"?
- Soy... Adrián... mamá, lo siento...
Se hizo un silencio tan sepulcral que me obligó a huir de nuevo

Me obligó a huir de nuevo
Mis pies aceleraban a cada paso, más y más rápido...
Mi corazón medio muerto por haber oido ese escandaloso silencio, no iba tan rápido como mis pies. Ese desajuste me obligó a parar, a no seguir corriendo...
Miré atrás, justo en el instante en que la puerta se abría. La delgada imagen de mi madre se dibuja en el marco de la puerta...
- ¿Adrían?...- solamente acertó a preguntar.

Chicos...tenéis que  continuar la historia ehh?.... aish..¿cómo reaccionaron ambos?...estamos en ascuas jijij

Contnuala tu... sorpréndenos

Ea, po sigo yo Subo el post de camino 

¿Adrián? Solamente acertó a preguntar

Me atreví... después de tantos años, arrugada ya la cara de mi madre, me atreví a mirarla a los ojos. Unos ojos que reflejaban el sufrimiento de la ausencia en momentos importantes, y no solo mios... tambien de mi hija. Por un momento pensé en huir pero... ¿otra vez? ¿de veras no estaba ya cansado? ¿cúantos años más debían pasar para abrazar a mi pequeña?. Suspiré, pensé y dije...

-Lo siento mamá, no pude hacer otra cosa, o huía o acababa con mi vida. Lo que estaba viviendo no era para criar a una niña, pero...
-Shhhhhhhh (interrumpió su madre poniéndole el dedo sobre los labios temblororos), no hace falta que digas nada más. Estás hecho un asco, venga (le dijo tirándole del brazo suavemente) te preparo un baño y cenamos, voy a hacerte una tortilla de patatas, tu preferida.
-Mamá... (resbaló una lágrima...), te quiero

[prieto]

-Te quiero
-Te quiero - Esas palabras, manidas por el uso que se le está dando en la sociedad. En esta ocasición, salieron sinceras, con un regusto salado por las lágrimas derramadas. Palabras que acompañé de un abrazo, abrazo de oso, ese abrazo que mi padre me enseñó cuando pequeño, un abrazo que traía a mi madre recuerdos de la época en que éramos una familia feliz, pero en lugar de sonreir, apartó mis brazos. Me apartó a un lado y dijo:
- Tu padre - algo malo se le notaba en el tono -
-¿Papá........?¿Qué pasa con papá?