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Loginhttp://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/10/06/andalucia/1475769732_490674.html
Es indignante escuchar a la presidenta de la Junta de Andalucía decir que rebajar la jornada laboral de los funcionarios de 37,5 a 35 horas semanales va a favorecer la contratación de nuevos empleados públicos en sectores como la Educación o la Sanidad.
Señora Presidenta, entendería esas palabras si se cubrieran las bajas en educación al día siguiente de producirse, si no se cerraran unidades en la escuela pública ni se abrieran en la escuela concertada, si no hubiera clases masificadas, si la atención a la diversidad en los centros educativos fuera una realidad, si la educación en Andalucía fuera de excelencia, si no su hubiera implantado un nuevo idioma a través del 2x1 en docentes, si no hubiera listas de espera en los hospitales, ni urgencias desbordadas, ni cama en los pasillos, ni una sanidad concertada presionando a la Junta...
Es una medida que solo pretende el enfrentamiento con el Gobierno Central, poner en el debate público unas pretendidas diferencias entre las dos administraciones y las fuerzas políticas que las sustentan para ratificarse como partido ante todo lo que está sucediendo en la política últimamente, y alzarse como mártir en cuanto el Gobierno Central le tumbe la medida ya que la Junta no tiene autonomía para tomar esta decisión.
Me huelo que no es más que un mensaje electoral (de primarias) para el resto de España, porque en Andalucía ya sabemos que los recortes existen y que la mala gestión de la Educación y la Sanidad es patente.
Menudo intento de lavado de cara.