Pata Negra
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« Respuesta #2 : 29/Nov/2014~04:46 » |
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carmen, me ha gustado tu intervención. La verdad, es que pasa y mucho. Yo vivi el año pasado, no esa situación, pero si vivi la " marginacion" ( por decirlo de alguna manera), hacia un niño homosexual, ya no solo por parte de algunos alumnos del grupo-clase, sino por algunos profesores. Tampoco es el tema en cuestión, pero si comprendo tu postura.
Lo que pasa es que también entiendo que vivimos en una sociedad global, donde cada uno es libre de pensar lo que quiera; otra cosa es actuar como quiera ( que son cosas diferentes).
Creo que tal como dices en un centro educativo, hay que inculcar entre otras cosas, los valores, tolerancia, respeto, etc etc. Pero solo podemos hacer eso, inculcarlo y hacer que se sientan empáticos y que vivan ellos la propia experiencia que tanto discriminan. Si ese alumno que dices que no donaria sangre a un niño negro; su tutora , en la clase de tutoría debería poner casos al respecto, y ponerle como ejemplo a ese alumno si fuera negro, y necesitara sangre, qué ocurriria? en fin, que vivan ellos ,lo que discriminan, para sentir la empatía.
Por otro lado, tal como comentaba, en un centro escolar, se han de inculcar valores, pero no hay que olvidar, que solo podemos hacer eso; no podemos obligar a nadie a cambiar su forma de ser o de pensar. Nosotros damos las herramientas para que los alumnos construyan su futuro y su mente; pero no podemos llevarles por una senda y decirle esto es lo mejor y has de actuar así. Eso es un cómputo de cosas ( vida personal, académica, social, familiar), que les tiene que guiar y lo tienen que descubrir ellos mismos.
Podemos orientar, pero no obligar. Si un alumno considera que ser negro es lo peor, o que ser gay tiene cura, etc etc. Nosotros les hemos de abrir la mente para ofrecerle valores, pero no puedes decir porque si, ser negro es ser una persona normal. Lo puedes decir, si; pero les va a entrar por un oido y les saldrá por el otro. Tu les das las herramientas, luego son ellos que tienen que ver cómo las usan.
Es como si a ti te dicen, tienes que votar al partido político A, porque es bueno y tal y cual; y tu estas convencido que a ti el partido politico que quieres es B. Te tendrán que demostrar que el partido A, es mejor que el B, para que cambies de opinión, no? o hacerte ser empático o implicarte en la sistuación para poder cambiar de opinión. Pues en esto igual, por mucho que se diga, lo tienen que ver ellos, y si piensan que los negros son una raza inferior, ahi no puedes hacer nada mas que darles valores, y que se sientan empáticos, pero no puedes hacer más. Eso ya depende de ellos, si quieren cambiar su forma de pensar o no.
Respecto a lo de la actividad, no sé que actividad es y como compañero de profesión, no soy quien para juzgar ese hecho; pero pienso que lo que has hecho ahi, es asumir tu poder de docente. Si la actividad estaba bien respondida y elaborada, la actividad debe ser aprobada; salvo que tenga que ver con transmisión de valores, y aun asi habria que especificar. No veo justo suspender una actividad de clase, porque un alumno tenga un pensamiento diferente al del profesor aunque vaya con toda ética y moral. Pienso que te lo has llevado al terreno personal, más que al laboral. Si quieres suspender, plantea una actividad en educación en valores, relacionada con el racismo, y ahi según como actúe tu alumno, ya valoras suspender o aprobar; pero suspender una actividad que no tiene nada que ver, y que encima está aprobada, eso es simplemente suspender por tener autoridad.
Planteatelo al revés, si tu fueras ese alumno y un profesor te suspende una actividad que está bien, y sabes que te ha suspendido por pensar diferente a ti, ¿ te parecería justo?
Porque a mi siendo también profesor, esa situación me parecería injusta desde el punto de vista del alumno, y del docente por no saber separar ambos planteamientos. Los alumnos tienen derecho pensar libremente y hablar libremente, aun sabiendo que puede estar mal moralmente y éticamente. Nosotros les podemos dar herramientas para cambiar eso, pero no podemos obligar a cambiar, o hacer callar a alguien que piense diferente al profesor, o diferente a los ideales correctos y estandares. Somos una sociedad plural y globalizada, y todos tenemos derecho a pensar diferente aunque no sea lo moral y lo éticamente correcto. Se les puede dejar claro que su postura no es la correcta y que está mal; pero no les puedes obligar a callarse o a cambiar de opinión, igual que a ti tampoco te lo pueden hacer.
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