¿Dónde está el límite de la incompetencia?
Written by XSiM
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Hace 15 días me preguntaba en este blog si era posible ser más incompetente. La respuesta era que si... pero que era difícil imaginar cómo. Pues bien, el gobierno de Mariano Rajoy ha tardado solo dos semanas en demostrar cómo. Es más, lo ha hecho poniendo de manifiesto, una vez más, la extraordinaria capacidad que tiene el gobierno de España de encontrar todas las maneras de hacer el ridículo.
Resulta que el truco para conseguir entrar en el Hall of Fame de la incompetencia (y tener un asiento asegurado a perpetuidad al lado del de Zapatero) ha resultado ser sumamente simple. ¡No sé cómo no se nos había ocurrido antes!: se trataba de anunciar a bombo y platillo que el rescate de Bankia por un monto total de 23.000 millones se iba a hacer sin aumentar ni la deuda ni el déficit del gobierno de España sino que se iba a hacer través de emisiones de dinero del Banco Central Europeo (BCE). Esta solución, de por sí, ya era a la vez graciosa y torpe, pero no lo suficientemente torpe como para superar lo de la semana pasada. El truco (y lo que da el billete al Hall of Fame de la incompetencia) consistía en anunciar eso de la solución a través del BCE... ¡sin habérselo contado antes al propio BCE! ¿¿¿No les parece brillante???
Y claro, en el mismo instante que Mario Draghi se enteró (aparentemente a través de los periódicos) de que la solución al problema de Bankia era él, saltó como una fiera, riñó públicamente a España y expuso a su gobierno al más cruel de los escarnios públicos diciendo aquello tan bonito de: “no se podían haber hecho peor las cosas”.
No hace falta decir que este nuevo récord en el ya dilatado palmarés de ineptitud del gobierno de España, no ha gustado demasiado a sus acreedores (la prima de riesgo se ha disparado a máximos históricos), ni a los inversores (que siguen sacando el dinero de España huyendo del tsunami que viene), ni a los mercados (la bolsa está en el mismo nivel de hace 10 años).
En medio del caos, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha tenido que viajar de urgencia a Washington para hablar con el FMI (en una clara demostración de que al menos ella habla inglés) para dejar claro ante todo el mundo que los insistentes rumores de que la intervención de España está a punto de caramelo son rumores basados en la realidad.
Y ante esta superlativa falta de seriedad uno no puede dejar de preguntarse: ¿Dónde está el límite de la incompetencia?