Propongo lo siguiente: al comenzar el nuevo curso, en el Claustro aprobamos lo que haya que aprobar (modificación del Plan de Centro, lo que sea) invocando nuestra maravillosa "autonomía pedagógica" para hacer lo siguiente:
Primaria.- No pasa al instituto nadie que no tenga una comprensión lectora adecuada, una escritura impecable y un mínimo de matemáticas.
Secundaria.- No pasa al segundo ciclo nadie que no haya cumplido los objetivos del primer ciclo, y no titula nadie que no haya aprobado todas las asignaturas.
Y a ver qué pasa cuando nuestros jerifaltes se enfrenten a la verdad de nuestro sistema educativo, sin maquillajes.