La compañía, con sede en Chiclana, no ha podido soportar una drástica caída de las ventas. En tres años han disminuido un 73% hasta los 23 millones.
Después de cuatro años desde que estallara la burbuja inmobiliaria, siguen apareciendo nuevas víctimas colaterales del desplome del sector. Uno de los últimos afectados es Maderas Polanco, una compañía con cuarenta y cinco años de vida y sede en Chiclana (Cádiz) que se está viendo abocada al cierre del negocio y, por ende, de su actividad industrial en esta localidad.
Según ha podido saber EXPANSIÓN, la empresa maderera está barajando internamente la extinción de los puestos de trabajo, que en la actualidad rozan los 300. No obstante, todo dependerá de la aprobación del concurso de acreedores, presentado hace más de un mes en el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz y del que se espera tener una resolución la próxima semana.
Según las fuentes consultadas, la autorización de un ERE extintivo se tendrá que decidir una vez que entren los administradores concursales en la sociedad.
La plantilla del grupo llegó a superar los 650 empleados y su facturación sobrepasó los 86 millones de euros en 2007. Sin embargo, a partir del siguiente año comenzó su declive –en paralelo a la caída de la construcción residencial– y ya en 2008 registró sus primeros números rojos.
De esta manera, en 2010 su cifra de negocio descendió hasta los 23 millones, lo que provocó unas pérdidas cercanas a los nueve millones. En total, en los últimos tres ejercicios acumula casi 20 millones de euros.
Respecto a la deuda, sólo con las entidades financieras en 2009 –últimas cuentas consolidadas a las que ha podido acceder este periódico– ascendía a 34 millones. Una cifra que con toda probabilidad ha crecido en 2010 –cuando presentó varios expedientes de regulación de empleo temporales– y 2011, afectando al equilibrio financiero, lo cual le ha conducido a lo que antiguamente se denominaba suspensión de pagos. Ante este panorama, la compañía decidió cerrar este año las dos tiendas que poseía en Ronda (Málaga) y Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
El objetivo de la familia Polanco es seguir con alguna línea de actividad, pero hasta que no se inicie el proceso concursal y se clarifique un poco la situación, no tienen nada asegurado. Y es que uno de sus problemas es que al estar constituido como grupo, puede que las compañías más afectadas arrastren al resto.
Además de Maderas Polanco, que supone el 85% de la facturación, cuentan con las sociedades Polanco Granada, Molduras Polanco Enri y Polanco Enri Montaje y Construcción, también en concurso.
Los trabajadores están convocados en asamblea para el lunes, después de protagonizar varias movilizaciones. Los ERTE que afectan a la plantilla finalizan entre diciembre y abril.