Foro de Maestros25

Hola compañer@s, este curso me ha tocado impartir el C.M en un sexto de Primaria, en un centro de difícil desempeño. Acoge a mucha población de etnia gitana y las normas de convivencia y comportamiento son nulas. La clase es heterogénea, hay un grupito de alumn@s muy trabajadores y motivados, pero después hay cuatro que hacen básicamente lo que les da la gana (se levantan cuando quieren, molestan a sus compañeros...). El centro no dispone de aula de convivencia ni de planes específicos para controlar estas conductas, los recursos son muy escasos. Mi pregunta es: ¿ que puedo hacer con este grupo de alumnos que no quieren hacer nada?

Hay un libro específico "Cómo dar clase a los que no quieren", de Vaello, con alguna pauta, es de eso pero siendo 6º se pueden aplicar muchas cosas. Si ellos no perciben ningún incentivo (odian el temario y no le ven ninguna utilidad y además el futuro es algo demasiado lejano), no se comportarán, tienes que encontrar cosas, secuencias, que les gusten y usarlas como incentivo, desde poner música trabajando, abordar temas que ellos propongan, jugar a algo... Tienes que pactar con los líderes negativos aparte, fuera del aula, y que vean que te perjudican a ti y a los demás, los niños de este perfil suelen reaccionar a lo emotivo (no quieren hacerte daño, se pueden controlar por ti) si te los ganas. Una vez neutralices a los líderes, el resto ya puede entrar en una dinámica ordinaria con normas claras y sanciones "normales".

 Yo también tengo un sexto con las mismas características que el tuyo, y mi estrategia es proporcionarme, como dice el compañero, el afecto y apoyo de los más petardos. Hasta el momento va funcionando. ¡Ah! y las normas de clase bien claritas para TODOS.

Te cuento mi experiencia: el año pasado fui durante 2 meses tutora de un 6º en un barrio marginal; todos de etnia gitana, excepto una niña marroquí. Debes poner unas normas claras y comunes desde el primer día y, pase lo que pase, no "bajarte nunca del burro", me explico, debes hacerles entender que las normas son innamovibles no cediendo nunca a gritos, violencia, levantarse del asiento, etc., y siempre desde la tranquilidad. A mi funcionó mucho el no alterarme ya que comprendieron que conmigo no podían. Yo avisaba una vez y a la segunda aplicaba las consecuencias de sus actos (es importante que entiendan y comprendan que todas sus acciones implican unas consecuencias, unas veces positivas y otras negativas, y que los responsables de esto son ellos ya que dependerán de sus actos).

También me funcionó dar alguna "responsabilidad" a los más folloneros, de esta forma estaban más implicados en clase. Aunque era un 6º, valoraba cada día ciertos aspectos y el viernes se nombraba al alumno/a de la semana, ésto los motivaba mucho.

Un saludo.