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Título: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: alfonsocafeino en 31/Mar/2013~22:20
Maestros (Editado el Subrayado y el Tamaño de letra, para darle más énfasis )
Hubo un tiempo en que hicieron gran fortuna editorial los libros que recopilaban los más absurdos y garrafales errores con que los estudiantes españoles regaban sus exámenes. Eran, por lo común, libros pergeñados por maestros y profesores, resultado de una larga experiencia docente, de intención más o menos eutrapélica o jocosa, con los que se pretendía denunciar el nivel más bien penoso de nuestro sistema educativo. Siempre consideré estos florilegios del disparate una prueba inequívoca de que las calamidades que afligían nuestra enseñanza eran mucho más categóricas que lo que aquellas publicaciones anecdóticas delataban; pues detrás de un estudiante que confunde la magnesia con la gimnasia siempre hay un maestro que no ha logrado que las distinga. Y me chocaba que fuesen maestros o profesores quienes hacían compilación de estas groseras meteduras de pata, como si ellos no tuviesen parte en el desaguisado; como si ellos no fuesen sus principales víctimas.
Un examen realizado a opositores de Magisterio en la Comunidad de Madrid (personas que aún no habían conseguido una plaza de maestro, pero que se hallan en las bolsas de empleo, dispuestas a hacer sustituciones) nos revela disparates aún más delirantes que los que hasta la fecha se atribuían solo a los alumnos. La mitad de los postulantes examinados, en su basta y vasta ignorancia, fueron incapaces de distinguir el significado de estos dos epítetos; solo uno de cada cinco fue capaz de calcular la longitud de una circunferencia y el área de un círculo con un centímetro de radio (me pregunto qué porcentaje sabría distinguir una circunferencia y un círculo); hubo quienes respondieron que la gallina es un mamífero y el caracol, un crustáceo; y las faltas de ortografía campaban por doquier.
No entraremos aquí a juzgar las razones por las que se han divulgado datos tan oprobiosos. Puesto que vivimos en una sociedad enferma, en la que el rifirrafe ideológico es el pan nuestro de cada día, no me extrañaría que su intención no fuese otra sino justificar ante la opinión pública los recortes de la escuela pública, perjudicando así las reivindicaciones profesionales de los maestros, y la consideración que a los buenos y heroicos maestros debe tributarse. Pero los datos revelados demuestran que la vocación al magisterio ha sido trivializada hasta la caricatura; y, en consecuencia, no debe extrañarnos que gentes que no saben hacer la 'o' con un canuto no tengan empacho en postularse como maestros. En realidad, tales personas son los únicos maestros que nuestra época merece.
Resulta en verdad perturbador pensar que tales gentes puedan pasar por una escuela de magisterio y obtener el título que las acredita para dar clases. Pero todavía resulta más perturbador pensar en el mecanismo psicológico que empuja a tales gentes a confundir su vocación hasta tal extremo. Que alguien que está necesitado de aprender se juzgue capacitado para enseñar es algo, en verdad, que estremece y desafía el sentido común, una subversión de las categorías humanas que nos confronta ante el hórror vacui. Porque tal subversión nos muestra dejando aparte otras consideraciones sobre la penuria de nuestros métodos académicos una incapacidad manifiesta para medir nuestras propias limitaciones, una entronización de la impostura como hábito vital plenamente aceptado y una irresponsabilidad monstruosa; en definitiva, una quiebra muy profunda del sentido de la vocación.
La vocación del maestro es, ante todo, vocación de entrega. El maestro entrega a quienes vienen detrás de él el acervo que recibió de otros que lo antecedieron; es el custodio de un saber heredado y el garante de su trasmisión. Y, entregando ese saber, se entrega a sí mismo, entrega todo lo que ese acervo ha hecho de él; y entrega la posibilidad de que quienes lo suceden se contemplen en su ejemplo. El problema comienza cuando se nubla el sentido de esta vocación, cuando se pierde la noción de lo que debe entregarse, cuando lo que se entrega es nada, porque nada se ha recibido. Cuando se vive a oscuras, solo se pueden entregar tinieblas; y si alguien pugna por vislumbrar alguna luz, habrán de arrancársele, forzosamente, los ojos, para que su ceguera sea más completa. La tragedia de nuestra época no es que haya opositores de magisterio necios o ignorantes; es que la vocación del maestro ha sido abolida, porque nada se puede entregar. Y allá donde se ha hecho el vacío es natural que acampen la impostura orgullosa y la irresponsabilidad satisfecha, encantadas de haberse conocido.
http://www.finanzas.com/xl-semanal/firmas/juan-manuel-de-prada/20130331/maestros-5048.html
Hubo un tiempo en que hicieron gran fortuna editorial los libros que recopilaban los más absurdos y garrafales errores con que los estudiantes españoles regaban sus exámenes. Eran, por lo común, libros pergeñados por maestros y profesores, resultado de una larga experiencia docente, de intención más o menos eutrapélica o jocosa, con los que se pretendía denunciar el nivel más bien penoso de nuestro sistema educativo. Siempre consideré estos florilegios del disparate una prueba inequívoca de que las calamidades que afligían nuestra enseñanza eran mucho más categóricas que lo que aquellas publicaciones anecdóticas delataban; pues detrás de un estudiante que confunde la magnesia con la gimnasia siempre hay un maestro que no ha logrado que las distinga. Y me chocaba que fuesen maestros o profesores quienes hacían compilación de estas groseras meteduras de pata, como si ellos no tuviesen parte en el desaguisado; como si ellos no fuesen sus principales víctimas.
Un examen realizado a opositores de Magisterio en la Comunidad de Madrid (personas que aún no habían conseguido una plaza de maestro, pero que se hallan en las bolsas de empleo, dispuestas a hacer sustituciones) nos revela disparates aún más delirantes que los que hasta la fecha se atribuían solo a los alumnos. La mitad de los postulantes examinados, en su basta y vasta ignorancia, fueron incapaces de distinguir el significado de estos dos epítetos; solo uno de cada cinco fue capaz de calcular la longitud de una circunferencia y el área de un círculo con un centímetro de radio (me pregunto qué porcentaje sabría distinguir una circunferencia y un círculo); hubo quienes respondieron que la gallina es un mamífero y el caracol, un crustáceo; y las faltas de ortografía campaban por doquier.
No entraremos aquí a juzgar las razones por las que se han divulgado datos tan oprobiosos. Puesto que vivimos en una sociedad enferma, en la que el rifirrafe ideológico es el pan nuestro de cada día, no me extrañaría que su intención no fuese otra sino justificar ante la opinión pública los recortes de la escuela pública, perjudicando así las reivindicaciones profesionales de los maestros, y la consideración que a los buenos y heroicos maestros debe tributarse. Pero los datos revelados demuestran que la vocación al magisterio ha sido trivializada hasta la caricatura; y, en consecuencia, no debe extrañarnos que gentes que no saben hacer la 'o' con un canuto no tengan empacho en postularse como maestros. En realidad, tales personas son los únicos maestros que nuestra época merece.
Resulta en verdad perturbador pensar que tales gentes puedan pasar por una escuela de magisterio y obtener el título que las acredita para dar clases. Pero todavía resulta más perturbador pensar en el mecanismo psicológico que empuja a tales gentes a confundir su vocación hasta tal extremo. Que alguien que está necesitado de aprender se juzgue capacitado para enseñar es algo, en verdad, que estremece y desafía el sentido común, una subversión de las categorías humanas que nos confronta ante el hórror vacui. Porque tal subversión nos muestra dejando aparte otras consideraciones sobre la penuria de nuestros métodos académicos una incapacidad manifiesta para medir nuestras propias limitaciones, una entronización de la impostura como hábito vital plenamente aceptado y una irresponsabilidad monstruosa; en definitiva, una quiebra muy profunda del sentido de la vocación.
La vocación del maestro es, ante todo, vocación de entrega. El maestro entrega a quienes vienen detrás de él el acervo que recibió de otros que lo antecedieron; es el custodio de un saber heredado y el garante de su trasmisión. Y, entregando ese saber, se entrega a sí mismo, entrega todo lo que ese acervo ha hecho de él; y entrega la posibilidad de que quienes lo suceden se contemplen en su ejemplo. El problema comienza cuando se nubla el sentido de esta vocación, cuando se pierde la noción de lo que debe entregarse, cuando lo que se entrega es nada, porque nada se ha recibido. Cuando se vive a oscuras, solo se pueden entregar tinieblas; y si alguien pugna por vislumbrar alguna luz, habrán de arrancársele, forzosamente, los ojos, para que su ceguera sea más completa. La tragedia de nuestra época no es que haya opositores de magisterio necios o ignorantes; es que la vocación del maestro ha sido abolida, porque nada se puede entregar. Y allá donde se ha hecho el vacío es natural que acampen la impostura orgullosa y la irresponsabilidad satisfecha, encantadas de haberse conocido.
http://www.finanzas.com/xl-semanal/firmas/juan-manuel-de-prada/20130331/maestros-5048.html
Título: Re: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: davifernan en 31/Mar/2013~22:26
Maestros
Hubo un tiempo en que hicieron gran fortuna editorial los libros que recopilaban los más absurdos y garrafales errores con que los estudiantes españoles regaban sus exámenes. Eran, por lo común, libros pergeñados por maestros y profesores, resultado de una larga experiencia docente, de intención más o menos eutrapélica o jocosa, con los que se pretendía denunciar el nivel más bien penoso de nuestro sistema educativo. Siempre consideré estos florilegios del disparate una prueba inequívoca de que las calamidades que afligían nuestra enseñanza eran mucho más categóricas que lo que aquellas publicaciones anecdóticas delataban; pues detrás de un estudiante que confunde la magnesia con la gimnasia siempre hay un maestro que no ha logrado que las distinga. Y me chocaba que fuesen maestros o profesores quienes hacían compilación de estas groseras meteduras de pata, como si ellos no tuviesen parte en el desaguisado; como si ellos no fuesen sus principales víctimas.
Un examen realizado a opositores de Magisterio en la Comunidad de Madrid (personas que aún no habían conseguido una plaza de maestro, pero que se hallan en las bolsas de empleo, dispuestas a hacer sustituciones) nos revela disparates aún más delirantes que los que hasta la fecha se atribuían solo a los alumnos. La mitad de los postulantes examinados, en su basta y vasta ignorancia, fueron incapaces de distinguir el significado de estos dos epítetos; solo uno de cada cinco fue capaz de calcular la longitud de una circunferencia y el área de un círculo con un centímetro de radio (me pregunto qué porcentaje sabría distinguir una circunferencia y un círculo); hubo quienes respondieron que la gallina es un mamífero y el caracol, un crustáceo; y las faltas de ortografía campaban por doquier.
No entraremos aquí a juzgar las razones por las que se han divulgado datos tan oprobiosos. Puesto que vivimos en una sociedad enferma, en la que el rifirrafe ideológico es el pan nuestro de cada día, no me extrañaría que su intención no fuese otra sino justificar ante la opinión pública los recortes de la escuela pública, perjudicando así las reivindicaciones profesionales de los maestros, y la consideración que a los buenos y heroicos maestros debe tributarse. Pero los datos revelados demuestran que la vocación al magisterio ha sido trivializada hasta la caricatura; y, en consecuencia, no debe extrañarnos que gentes que no saben hacer la 'o' con un canuto no tengan empacho en postularse como maestros. En realidad, tales personas son los únicos maestros que nuestra época merece.
Resulta en verdad perturbador pensar que tales gentes puedan pasar por una escuela de magisterio y obtener el título que las acredita para dar clases. Pero todavía resulta más perturbador pensar en el mecanismo psicológico que empuja a tales gentes a confundir su vocación hasta tal extremo. Que alguien que está necesitado de aprender se juzgue capacitado para enseñar es algo, en verdad, que estremece y desafía el sentido común, una subversión de las categorías humanas que nos confronta ante el hórror vacui. Porque tal subversión nos muestra dejando aparte otras consideraciones sobre la penuria de nuestros métodos académicos una incapacidad manifiesta para medir nuestras propias limitaciones, una entronización de la impostura como hábito vital plenamente aceptado y una irresponsabilidad monstruosa; en definitiva, una quiebra muy profunda del sentido de la vocación.
La vocación del maestro es, ante todo, vocación de entrega. El maestro entrega a quienes vienen detrás de él el acervo que recibió de otros que lo antecedieron; es el custodio de un saber heredado y el garante de su trasmisión. Y, entregando ese saber, se entrega a sí mismo, entrega todo lo que ese acervo ha hecho de él; y entrega la posibilidad de que quienes lo suceden se contemplen en su ejemplo. El problema comienza cuando se nubla el sentido de esta vocación, cuando se pierde la noción de lo que debe entregarse, cuando lo que se entrega es nada, porque nada se ha recibido. Cuando se vive a oscuras, solo se pueden entregar tinieblas; y si alguien pugna por vislumbrar alguna luz, habrán de arrancársele, forzosamente, los ojos, para que su ceguera sea más completa. La tragedia de nuestra época no es que haya opositores de magisterio necios o ignorantes; es que la vocación del maestro ha sido abolida, porque nada se puede entregar. Y allá donde se ha hecho el vacío es natural que acampen la impostura orgullosa y la irresponsabilidad satisfecha, encantadas de haberse conocido.
http://www.finanzas.com/xl-semanal/firmas/juan-manuel-de-prada/20130331/maestros-5048.html
Hubo un tiempo en que hicieron gran fortuna editorial los libros que recopilaban los más absurdos y garrafales errores con que los estudiantes españoles regaban sus exámenes. Eran, por lo común, libros pergeñados por maestros y profesores, resultado de una larga experiencia docente, de intención más o menos eutrapélica o jocosa, con los que se pretendía denunciar el nivel más bien penoso de nuestro sistema educativo. Siempre consideré estos florilegios del disparate una prueba inequívoca de que las calamidades que afligían nuestra enseñanza eran mucho más categóricas que lo que aquellas publicaciones anecdóticas delataban; pues detrás de un estudiante que confunde la magnesia con la gimnasia siempre hay un maestro que no ha logrado que las distinga. Y me chocaba que fuesen maestros o profesores quienes hacían compilación de estas groseras meteduras de pata, como si ellos no tuviesen parte en el desaguisado; como si ellos no fuesen sus principales víctimas.
Un examen realizado a opositores de Magisterio en la Comunidad de Madrid (personas que aún no habían conseguido una plaza de maestro, pero que se hallan en las bolsas de empleo, dispuestas a hacer sustituciones) nos revela disparates aún más delirantes que los que hasta la fecha se atribuían solo a los alumnos. La mitad de los postulantes examinados, en su basta y vasta ignorancia, fueron incapaces de distinguir el significado de estos dos epítetos; solo uno de cada cinco fue capaz de calcular la longitud de una circunferencia y el área de un círculo con un centímetro de radio (me pregunto qué porcentaje sabría distinguir una circunferencia y un círculo); hubo quienes respondieron que la gallina es un mamífero y el caracol, un crustáceo; y las faltas de ortografía campaban por doquier.
No entraremos aquí a juzgar las razones por las que se han divulgado datos tan oprobiosos. Puesto que vivimos en una sociedad enferma, en la que el rifirrafe ideológico es el pan nuestro de cada día, no me extrañaría que su intención no fuese otra sino justificar ante la opinión pública los recortes de la escuela pública, perjudicando así las reivindicaciones profesionales de los maestros, y la consideración que a los buenos y heroicos maestros debe tributarse. Pero los datos revelados demuestran que la vocación al magisterio ha sido trivializada hasta la caricatura; y, en consecuencia, no debe extrañarnos que gentes que no saben hacer la 'o' con un canuto no tengan empacho en postularse como maestros. En realidad, tales personas son los únicos maestros que nuestra época merece.
Resulta en verdad perturbador pensar que tales gentes puedan pasar por una escuela de magisterio y obtener el título que las acredita para dar clases. Pero todavía resulta más perturbador pensar en el mecanismo psicológico que empuja a tales gentes a confundir su vocación hasta tal extremo. Que alguien que está necesitado de aprender se juzgue capacitado para enseñar es algo, en verdad, que estremece y desafía el sentido común, una subversión de las categorías humanas que nos confronta ante el hórror vacui. Porque tal subversión nos muestra dejando aparte otras consideraciones sobre la penuria de nuestros métodos académicos una incapacidad manifiesta para medir nuestras propias limitaciones, una entronización de la impostura como hábito vital plenamente aceptado y una irresponsabilidad monstruosa; en definitiva, una quiebra muy profunda del sentido de la vocación.
La vocación del maestro es, ante todo, vocación de entrega. El maestro entrega a quienes vienen detrás de él el acervo que recibió de otros que lo antecedieron; es el custodio de un saber heredado y el garante de su trasmisión. Y, entregando ese saber, se entrega a sí mismo, entrega todo lo que ese acervo ha hecho de él; y entrega la posibilidad de que quienes lo suceden se contemplen en su ejemplo. El problema comienza cuando se nubla el sentido de esta vocación, cuando se pierde la noción de lo que debe entregarse, cuando lo que se entrega es nada, porque nada se ha recibido. Cuando se vive a oscuras, solo se pueden entregar tinieblas; y si alguien pugna por vislumbrar alguna luz, habrán de arrancársele, forzosamente, los ojos, para que su ceguera sea más completa. La tragedia de nuestra época no es que haya opositores de magisterio necios o ignorantes; es que la vocación del maestro ha sido abolida, porque nada se puede entregar. Y allá donde se ha hecho el vacío es natural que acampen la impostura orgullosa y la irresponsabilidad satisfecha, encantadas de haberse conocido.
http://www.finanzas.com/xl-semanal/firmas/juan-manuel-de-prada/20130331/maestros-5048.html
Eso sí que es una CAMPAÑA PROPAGANDÍSTICA DE DESPRESTIGIO....
Veo INADMISIBLE en un Foro de MAESTROS, donde parece ser que la Propaganda Partidista nos trata como a LELOS...
En fin...
Título: Re: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: davifernan en 31/Mar/2013~22:27
Mejor NO, que vea todo el mundo lo que el PP PRETENDE: desprestigo a TODA COSTA... todo sea porque las masas se traguen eso de que "los interinos son unos inútiles"...
VERGÜENZA de Partido y de GENTE como tú, Alfonso, que se tragan esta BASURA.
VERGÜENZA de Partido y de GENTE como tú, Alfonso, que se tragan esta BASURA.
Título: Re: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: Ligia en 31/Mar/2013~22:33
La verdad es que estoy bastante harta de esta propaganda de desprestigio que se está dando en Madrid y que se va
contagiando a todas partes.
Ayer sentí verdadera impotencia cuando, al salir de casa, en la esquina, me encontré con un grupo de señores que estaban comentando este tema y nos estaban poniendo "a parir" a los maestros porque no nos sabíamos ni los ríos de España. Me tuve que esforzar en no soltar una burrada. Estos señores no tienen la culpa. La culpa la tiene quien está disparando a quemarropa contra este colectivo.
Quieren cargarse la pública y lo están consiguiendo.
Saludos
contagiando a todas partes.
Ayer sentí verdadera impotencia cuando, al salir de casa, en la esquina, me encontré con un grupo de señores que estaban comentando este tema y nos estaban poniendo "a parir" a los maestros porque no nos sabíamos ni los ríos de España. Me tuve que esforzar en no soltar una burrada. Estos señores no tienen la culpa. La culpa la tiene quien está disparando a quemarropa contra este colectivo.
Quieren cargarse la pública y lo están consiguiendo.
Saludos
Título: Re: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: zeronter en 31/Mar/2013~23:11
Post cerrado y bloqueado. Alfonsocafeino deja ya de tirar mas a los maestros interinos por los suelos. Es verdad que has puesto un post en el que pones un articulo sobre ellos pero hombre que en todos los sitios que se habla de interinos estas tu ahi dale que dale al tema. Que descansen un poquito ya los pobres no¿?
Título: Re: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: davifernan en 01/Abr/2013~00:29
Lo abro para que la gente LEA Y OPINE acerca de la "CAMPAÑA PROPAGANDÍSTICA" que usan... (el medio).
TODO, desde la perspectiva de "alguien a quien le han dicho que escriba un artículo" y le HAN PAGADO¿? por ello,,,
Bueno, más claro....
TODO, desde la perspectiva de "alguien a quien le han dicho que escriba un artículo" y le HAN PAGADO¿? por ello,,,
Bueno, más claro....
Título: Re: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: Jero027 en 01/Abr/2013~00:45
Otro artículo más que busca la privatización de la escuela. En fin, está bien saber lo que se cuece, pero por lo visto muy pocos nos defienden y muchos otorgan.
Título: Re: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: alfonsocafeino en 01/Abr/2013~10:25
Mejor NO, que vea todo el mundo lo que el PP PRETENDE: desprestigo a TODA COSTA... todo sea porque las masas se traguen eso de que "los interinos son unos inútiles"...
VERGÜENZA de Partido y de GENTE como tú, Alfonso, que se tragan esta BASURA.
VERGÜENZA de Partido y de GENTE como tú, Alfonso, que se tragan esta BASURA.
Creo que te has pasado un poquito y no has leido lo que no te interesaba, en el aparece esto: "no me extrañaría que su intención no fuese otra sino justificar ante la opinión pública los recortes de la escuela pública, perjudicando así las reivindicaciones profesionales de los maestros, y la consideración que a los buenos y heroicos maestros debe tributarse"
Si eso para tí es basura...
Post cerrado y bloqueado. Alfonsocafeino deja ya de tirar mas a los maestros interinos por los suelos. Es verdad que has puesto un post en el que pones un articulo sobre ellos pero hombre que en todos los sitios que se habla de interinos estas tu ahi dale que dale al tema. Que descansen un poquito ya los pobres no¿?
Ves fantasmas dónde no los hay.
Título: Re: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: gaditana28 en 01/Abr/2013~12:09
Calma a todos y por favor, alfonso, no abras mil y un post de noticias de actualidad sobre lo mismo. En uno mismo puedes hablar de todo lo que quieras... si al final tienen el mismo resultado....
Título: Re: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: SeleneAL en 01/Abr/2013~15:36
Como siempre y ahora más, se trata de desprestigiar nuestra profesión.
Es una pena que no se valore la labor tan importante que estamos haciendo la mayoría "claro, es que la carrera es muy fácil y se aprueba sólo con trabajos...bla, bla, bla"
Es una pena que no se valore la labor tan importante que estamos haciendo la mayoría "claro, es que la carrera es muy fácil y se aprueba sólo con trabajos...bla, bla, bla"
Título: Re: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: davifernan en 01/Abr/2013~18:01
Mejor NO, que vea todo el mundo lo que el PP PRETENDE: desprestigo a TODA COSTA... todo sea porque las masas se traguen eso de que "los interinos son unos inútiles"...
VERGÜENZA de Partido y de GENTE como tú, Alfonso, que se tragan esta BASURA.
VERGÜENZA de Partido y de GENTE como tú, Alfonso, que se tragan esta BASURA.
Creo que te has pasado un poquito y no has leido lo que no te interesaba, en el aparece esto: "no me extrañaría que su intención no fuese otra sino justificar ante la opinión pública los recortes de la escuela pública, perjudicando así las reivindicaciones profesionales de los maestros, y la consideración que a los buenos y heroicos maestros debe tributarse"
Si eso para tí es basura...
ESO, para mí y para el que lo escribió (y los que le pagan) NO es más que una "justificación" usando el "NO-yo", o sea, que para que NO se piense que el FIN último del artículo es dar mala fama a los docentes, se tira la piedra, echándole las culpas a los otros... como si hubiera sido el PSOE el que saca y RESTRIEGA esos "resultados" (de cuyo baremo o criterios de evaluación NO se habla, sino sólo de la Calificación... me suena a algo, ah, ya, la estrategia engaña-lelos de dar las cifras que NO su "por qué").
En fin, TRISTE que la gente pique en estas burdas blasfemias... al menos lo NO-fanáticos de la religión-partitocrática...
Título: Re: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: alfonsocafeino en 01/Abr/2013~18:37
Mejor NO, que vea todo el mundo lo que el PP PRETENDE: desprestigo a TODA COSTA... todo sea porque las masas se traguen eso de que "los interinos son unos inútiles"...
VERGÜENZA de Partido y de GENTE como tú, Alfonso, que se tragan esta BASURA.
VERGÜENZA de Partido y de GENTE como tú, Alfonso, que se tragan esta BASURA.
Creo que te has pasado un poquito y no has leido lo que no te interesaba, en el aparece esto: "no me extrañaría que su intención no fuese otra sino justificar ante la opinión pública los recortes de la escuela pública, perjudicando así las reivindicaciones profesionales de los maestros, y la consideración que a los buenos y heroicos maestros debe tributarse"
Si eso para tí es basura...
ESO, para mí y para el que lo escribió (y los que le pagan) NO es más que una "justificación" usando el "NO-yo", o sea, que para que NO se piense que el FIN último del artículo es dar mala fama a los docentes, se tira la piedra, echándole las culpas a los otros... como si hubiera sido el PSOE el que saca y RESTRIEGA esos "resultados" (de cuyo baremo o criterios de evaluación NO se habla, sino sólo de la Calificación... me suena a algo, ah, ya, la estrategia engaña-lelos de dar las cifras que NO su "por qué").
En fin, TRISTE que la gente pique en estas burdas blasfemias... al menos lo NO-fanáticos de la religión-partitocrática...
Mientra la educación en este país siga politizada... seguirá arruinada...
Título: Re: MAESTROS INCAPACITADOS...
Publicado por: davifernan en 02/Abr/2013~21:24
Mejor NO, que vea todo el mundo lo que el PP PRETENDE: desprestigo a TODA COSTA... todo sea porque las masas se traguen eso de que "los interinos son unos inútiles"...
VERGÜENZA de Partido y de GENTE como tú, Alfonso, que se tragan esta BASURA.
VERGÜENZA de Partido y de GENTE como tú, Alfonso, que se tragan esta BASURA.
Creo que te has pasado un poquito y no has leido lo que no te interesaba, en el aparece esto: "no me extrañaría que su intención no fuese otra sino justificar ante la opinión pública los recortes de la escuela pública, perjudicando así las reivindicaciones profesionales de los maestros, y la consideración que a los buenos y heroicos maestros debe tributarse"
Si eso para tí es basura...
ESO, para mí y para el que lo escribió (y los que le pagan) NO es más que una "justificación" usando el "NO-yo", o sea, que para que NO se piense que el FIN último del artículo es dar mala fama a los docentes, se tira la piedra, echándole las culpas a los otros... como si hubiera sido el PSOE el que saca y RESTRIEGA esos "resultados" (de cuyo baremo o criterios de evaluación NO se habla, sino sólo de la Calificación... me suena a algo, ah, ya, la estrategia engaña-lelos de dar las cifras que NO su "por qué").
En fin, TRISTE que la gente pique en estas burdas blasfemias... al menos lo NO-fanáticos de la religión-partitocrática...
Mientra la educación en este país siga politizada... seguirá arruinada...
Mientras los SICARIOS POLÍTICOS sigan aborregando a la gente...