Foro de Maestros25

En www.diariodesevilla.com/opinion.
Jaime Martínez Montero

¿CUÁNDO ACABARÁ EL VERBENEO ESCOLAR?

LOS niños andaluces son de los más listos del mundo. Ocupan un lugar bajo en todas las evaluaciones nacionales e internaciones, pero teniendo en cuenta las condiciones de calor en que reciben sus clases a partir de de mayo, por un lado, y las múltiples celebraciones y festejos diversos que ocupan sus horas lectivas, por el otro, no están tan mal.

Dejemos el calor a un lado, del que ya hablamos, y centrémonos en las diversas fiestas, conmemoraciones y celebraciones que se llevan a cabo dentro del horario escolar y que consumen una buena parte del mismo. Es un buen momento para hacer esta reflexión, pues un nuevo gobierno puede traer exigencias de rigor y seriedad. En Valencia han ordenado que todas esas actividades se pasen a la jornada de tarde. Aquí en Andalucía hace mucho que no se tiene clase por la tarde precisamente -se dijo cuando se quitó- para que ésta se ocupara con este tipo de tareas de naturaleza extraescolar. Pues no. Al final, todo por la mañana.

Hay tres tipos diferentes de eventos. El primero consiste en que el alumnado anticipa lo que se va a celebrar después sobradamente. De este modo, una semana antes de Navidad ya es difícil encontrar que haya una actividad escolar medianamente seria. En Cádiz, donde vivo, también se anticipan las fiestas del Carnaval, que celebran los niños dos veces: en el cole y en la calle. Días antes de su comienzo se prepara el festejo, que después celebran dentro del colegio. Lo mismo ocurre con la Semana Santa, donde no es raro ver a escolares en horario lectivo que simulan una procesión y transportan y escoltan un paso.

El segundo tipo es el de las conmemoraciones más o menos oficiales (o religiosas), que deberían estar incardinadas dentro del currículo ordinario y que se convierten en nuevos días de dispersión. Son numerosos y algunos centros no se pierden ni uno: la Constitución, la Paz, el Día de Andalucía, el de la Mujer Trabajadora, el Día del Libro, el Día del Árbol, el Día de la Madre, el del Padre (en franco retroceso). En Cádiz es costumbre que el día de la Patrona los alumnos de muchos colegios echen la mañana llevándole una flor a la Virgen, así que me imagino que, de una forma u otra, esto ocurrirá en otros lugares. En la víspera de Todos los Santos también se suele hacer una celebración secularizada, y los niños se hartan de frutos secos. Claro, no pueden dar la lección si están masticando avellanas. En fin, que hábilmente intercaladas estas conmemoraciones entre los festejos descritos en el párrafo anterior y trufados con los del párrafo siguiente, permiten saltar los días de estudio y trabajo y considerarlos como algo de lo que hay que ocuparse si no hay otra cosa mejor que hacer.

El tercer tipo se compone de los días y horas en que fundaciones, instituciones o empresas particulares se aprovechan de la feliz circunstancia de que cada colegio tenga reunidos todos los días y desde por la mañana a unos cientos de criaturas. Es una tentación difícil de vencer: la clientela toda junta y receptiva. Así, uno ve que a las diez de la mañana se interrumpen las clases porque no sé qué fundación (con la marca patrocinadora bien a la vista) les va a hablar, por turnos y para que no se escape nadie, de una alimentación sana. Bomberos, policías, socorristas, médicos y otros profesionales, en el marco de campañas institucionales, encuentran siempre abiertas las puertas de las aulas, y a sus alumnos bien dispuestos a dejar sus obligaciones y a atenderlos. El colmo es cuando a mitad de la jornada viene un autobús y se lleva a los niños a hacer vela o a hacer natación. Repito, en mitad de la jornada, lo que quiere decir que antes se han tenido que comer el bocadillo y prepararse. ¿Pero no se había quedado en que la jornada continua se había implantado para que todas esas cosas se pudieran hacer por la tarde?

Las consecuencias de lo anterior son muchas, y todas con efectos perniciosos. La primera y más obvia es la disminución clara y abundante del tiempo escolar, de las horas de clase, de las tareas lectivas. Es como si diera igual que se impartieran más o menos horas, o que de una materia se comieran o no una buena parte de su contenido. La segunda es más perjudicial todavía: con tantas celebraciones y tan hábilmente intercaladas los niños y niñas pierden el ritmo, la continuidad, el sosiego. Saben que pronto llegará la diversión y que el trabajo puramente escolar no es más que una estación inevitable, aunque fastidiosa, entre una fiesta y otra. La tercera tiene que ver con la imagen de poca seriedad que se transmite: ¿es de verdad importante algo que se interrumpe o se suplanta con tanta facilidad?

Se me podrá decir "Sí. Muy bien. Pero, ¿y la felicidad de los niños? ¿Y lo que se divierten?". Singular modelo educativo: que se lo pasen muy bien en la infancia, aunque por no aprender lo que tienen que aprender y no adquirir hábitos de esfuerzo y trabajo las pasen bastante canutas el resto de su vida.

No estoy conforme con el artículo. Una cosa es que se hagan este tipos de actividades y no por eso se tiene que dejar de aprender y exigir esfuerzo. Todo se puede integrar si se hace con seriedad y de las otras actividades se desarrollan competencias. 

Pues yo sí estoy de acuerdo con lo que expone, y se ve que lo afirma con buen conocimiento y experiencias del tema.

Básicamente, al alumnado hay que centrarlo y concentrarlo en lo fundamental: habilidades y destrezas instructivas básicas. Y eso desde los 4 años.

Todo lo demás, puede hacerse mediante talleres desarrollados en horario extraescolar, con monitores contratados igual que ahora.

En lo único que no estoy de acuerdo es con aquello que no pone, porque todo eso se hace y se fomenta en las escuelas POR IMPERATIVO LEGAL y bajo inquisición directa de colegas de su gremio: el Comisariado Político para la Defensa y Ortodoxia del Nacional-Constructivismo.

Además de la inestimable ayuda de las (H)AMPAS nutridas de propagandas y subvenciones del Régimen....

Si eso ya se sabía que estabas de acuerdo, pero es una lástima una educación tan instrumental. Espero que eso no se lleve a cabo.

Lo conozco personalmente, soy de la provincia de Cádiz, es un inspector bastante innovador y con unas ideas muy buenas, aunque con este artículo me despista un poco.La verdad tenía un buen concepto de él.

Pues es penoso.
El día de la Constitución, el de la Paz, el de Andalucía, lo celebramos por imperativo legal, es decir, las delegaciones, en las que él trabaja, dictan las instrucciones que debemos seguir los colegios, y no debe decir que hay colegios que no se pierden ni una...
Por otro lado, el trabajo serio, riguroso, planificado ... se hace TODOS los días.

No entiendo por qué no vemos mas allá...

No he leido que diga que hay que quitar los días conmemorativos, pero si se sobrentiende muy claramente la cantidad de horas innecesarias que dejan de dedicarse a la docencia con cualquier conmemoración...
Los carnavales, por citar uno, están muy bien, pero perder, si PERDER, hasta 5 días con disfraces más celebración...
No todos son iguales, ya lo sé, todos los docentes somos unos trabajdores geniales y perfectos también lo se... ¿perder el tiempo?, no lo es porque tal y tal... lo se...

Pero vosotros también sabeis a que me refiero...

Todo eso es genial, pero que lo organicen las AMPAs y en horario no lectivo, un centro educativo no es una ludoteca, está bien salir al patio el día de andalucía con el himno con flautas o el de la constitución, si me apurais hasta el de la paz... pero 30 minutos acto sencillo de lectura de algo y sin preparativos... lo que no puede ser es que ya hasta Halloween tenga horas de ¿dedicación?, una cosa es la ambientación o el centro de interés y otra lo que hay actualmente... (ahora es cuando entran los de inglés diciendo que no se hable de lo que no se sabe....)

Hay mucha gente que le gusta de todo menos trabajar... y los que parece que cobran de los padres... ni lo cuento...

No estoy de acuerdo con el artículo en absoluto.

Yo estuve en el insti, faltabamos montones de horas por diversos motivos y nos íbamos al parque. El nivel era muchísimo mayor, hoy día en un instituto no se da ni la mitad. Recordemos las integrales, derivadas, matrices...

El fallo está en otros aspectos, no en los días de fiesta. De hecho tenemos menos vacaciones escolares que montones de países y en Finlandia cada cambio de clase se van al patio 15 minutos a despejarse.

Habrá que mirar aspectos sociales, culturales, legislativos... antes que las 4 fiestas anuales que tenemos.

Hola!!

Yo también conozco a Jaime, y de hecho, fue profesor mío, para mí uno de los mejores de mi carrera. Como alfonsocafeino, opino que no es cuestión de quitar festividades así porque sí, sino de ir un paso más allá y concentrar el tiempo y aprovecharse lo que se esté haciendo. Además de que nuestros alumnos se den cuenta de la importancia de cada actividad, no sólo por "perder clase" que es a lo que estamos acostumbrados, porque todo ello dará sus frutos con el paso de los años.

Por eso creo que Jaime a través de su artículo pretende que nos planteemos lo que ocurre hoy en día y uno de los puntos en los que se podría mejorar.

Lo que afirma Blas acerca del nivel de los contenidos es otra de las causas sobre las que se asienta el desastre educativo.

Yo siempre me he planteado que si uno diseña su intervención educativa, pedagógica, instructiva, etc., asentándose sobre mínimos obtendrá siempre mínimos. Si se hiciera a partir de máximos, puede que obtenga mínimos pero siempre más elevados y completos.

Siempre hay que salir al campo a ganar, y no a empatar o mantener la portería a cero.

  Este Inspector utiliza la ironía y los ejemplos que pone para mostrar su indignación ante el fracaso de nuestros escolares. Viene a decir que los Colegios son el pito del sereno y los docentes, personas de buena fe que acatamos o aceptamos con generosidad todo lo que nos venga.
 Considero que su reflexión no es para culpar al profesorado, todo lo contrario, pues a pesar de todo mantenemos la utopía de que contra viento y marea saldremos adelante. Es la sociedad en su conjunto (gobernates, politicos,empresarios,instituciones,organismos, ampas, particulares) la que no da su sitio a los Centros Educativos.
 Estamos a merced de "caprichos" y "ocurrencias" que son zancadillas un curso tras otro los que dificultan la tarea docente. Estoy a favor de los temas transversales y de las celebraciones, pero no de hacer de éstas, bandera y santo y seña de la educación.

Totalmente de acuerdo con lo que dice...todas estas fiestas la fomenta la consejería de educación mandándote papelitos que te recuerdan que es el día tal o cual y lo que debes de hacer...

CREO que organizar actividades GRUPALES, donde el niño se sienta parte del "Colectivo ESCUELA" es muy muy importante.

 De hecho, son las actividades de "por la tarde" las que más inciden sobre el BAJO rendimiento de los niños: ver la TV dispersa, desconcentra, te ENCIERRA y al NO estar relacionándote con tus compañeros, con tus iguales (necesidad intrínseca al SER HUMANO), pues te dispersas cuando estás con ellos...

 Esto es, TODOS necesitamso relacionarnos, pertenecer a un Grupo, y si por las tardes, en vez de ir a la calle (porque papá y mamá están CAGADOS, NO vaya a ser que me secuestren o algo), se les encierra y se les MACHJACA con la Propaganda del Sistema (que los hace muy muy egoístas y anti-empáticos), pues el tiempo de Clase, al ser el único en el que pueden relacionarse y cubrir esa "necesidad", pues lo usan para eso, perdiendo así el Interés por las actividades lectivas del currículum...

 Además, SOBRA TIEMPO si se aprovecha éste bien. Por ejemplo, una semana que estaba sustituyendo, el maestro dejó unas fichas para toda la semana. Yo les empecé a "jugar en grupo", y las actividades las hivieron TODOS en el último día. Y repito que TODOS, en una clase de repetidores de 2º (era un 2º donde los 16 eran repetidores). Por tanto, estuve 4 días para "prepararlos" y UNO trabajando en sí las actividades... POR ESO CREO que se debe de DES-alienar si se quiere enseñar, y NO echar las culpas a actividades a las que les puedes dar el tiempo que quieras y que además son NECESARIAs para el Desarrollo Social (No per se, pero sí son positivas en este ámbito).

Pues yo creo que todo en la justa medida es beneficioso. Al niño no se le puede tener enclaustrado entre libros dejando lo demás para "fuera de la escuela". Pero también es cierto que hay veces que se le dedica demasiado tiempo fuera de las "áreas instrumentales" a estas actividades.

Lo ideal estaría en un currículum donde se integrara desde principio del curso todas las actividades, de tal modo que los contenidos de las diferentes áreas se hicieran coincidir en el tiempo de realización de las actividades.

Hay tutores/as que sienten que si el alumnado está trabajando, por ejemplo con textos relacionados con la coeducación, ésto les está quitando tiempo para dar otro tipo de textos "programados por la editorial" y sienten desasosiego porque no terminan con los contenidos que tenían preestablecidos, ni cumplen con la temporalización de las unidades didácticas. A ver, y ¿qué más da que el niño lea un texto u otro, si uno de los objetivos es que lea, comprenda, asimile y sea capaz de participar dando su opinión al respecto? Pues no habría más que integrar el texto dentro de la programación anual y dejar en el tintero los textos "programados por la editorial" que hagan falta sin nigún tipo de remordimientos.

Yo estudié en un colegio concertado donde recuerdo que nos pasábamos el día llevando flores a María, asistiendo a conmemoraciones eclesiásticas y rezando Padres Nuestros y Aves Marías. Independientemente de que quedar "hasta el gorro" puedo decir con total sinceridad que todos estos actos no impidieron que el alumnado de aquel centro fuese uno de los mejores preparados de la ciudad, así que, creo firmemente que celebrar más o menos actos no debe influir negativamente en los rendimientos académicos, siempre que haya una buena programación detrás que posibilite a los dinos y niñas la adquisición de los contenidos estipulados.

Salu2

Me parece que todas las opinones tienen su parte de razon y tambien creo que el objetivo fundamental de la escuela es la formación integral de nuestros alumnos..crear sujetos capaces de aprender de cualquier situación y ahi tenemos el arte del docente de diseñar contextos de aprendizaje donde nuestros alumnos desarrollen sus competencias, objetivos y habilidades,creo personalmente que no solo se aprende con un tipo de diseño, sino que puede coexistir diferentes maneras ,todas ellas claras y con resultados medibles y alcanzables el camino dependerá de la libertad de catedra de cada uno.

Creo que puede ser util echar mano de la neurociencia educativa, del coaching, del aprendizaje acelerado, de la programación neurolinguistica que nos pueden hacer la vida mucho mas facil en esto de relacionarnos con nuestros alumnos y sobretodo disfrutar en estos tiempos del arte de dar clase con el agua que esta cayendo.

No creo que sea cuestión de qué se hace o no se hace con los alumnos,sino la manera, la intención que ponemos en lo que hacemos ¿Para que hacemos lo que hacemos? ¿Qué finalidad queremos conseguir?.

¡¡Esto es solo una opinión¡¡
 :041: :D

Creo que siempre es lo mismo, el problema no es el qué se hace sino el cómo se hace. Podríamos trabajar sólo en el año un tema relacionado con el carnaval y no dejarnos ni una sola competencia fuera pero siendo realistas quién está dispuesto a trabajar proyecto de ese tipo... Pienso que sería imposible sin reunirnos muuuchas horas de coordinación. Claro qué es una exageración pero recalco que lo importante no es el qué sino el cómo. Si le preguntamos a Jaime que si en el dia de la Paz para ed. infantil creamos un cuento en el que el ramito de la paloma es uno de sus "palillos de ABN" y a partir de ahí trabajamos las matemáticas creo que no le importaría, es más fliparía pero claro hay que crearlo, programar... En fin, puntos de vista... Saludos