El asunto tiene de trasfondo, más que un problema de Religión sí o no, un problema de AUTORIDAD MAGISTRAL (subterránea, en todos los sentidos) y una muy mala planificación (y coordinación) de actividades complemetarias y extraescolares del centro, y del que son directamente responsables Jefe de Estudios y Dirección, en este orden.
La profesora de Religión, en mi modesta opinión, ha obrado legalmente pero de forma harto inoportuna...mientras que la papeleta del tutor (o tutora) del alumno ha tenido que ser TREMENDA porque se habrá tragado la pataleta del niño, la cabezonería de la madre, la inoportunidad del planteamiento de la actividad por parte de la profesora de Religión y una gran desidia de los dos directivos al no pensar en los pros y contras que generaría esta actividad, con la consiguiente decisión de suspenderla o no (por parte de la Dirección, que está facultada para ello).
De verdad, que a veces organizamos actividades que adolecen de absoluta falta de pertinencia en el momento y el contexto donde se está. Y luego vienen estas cosas....
Esa actividad se lleva realizando en el centro desde hace varios años, así que es normal que el equpo directivo conociera los pros y contras de antemano. Lo que pasa es que hasta ahora ninguna famiia se había rasgado las vestiduras.