Este hombre quiere mas a los niños y se nota que le gusta hacerles disfrutar mas que incluso algunos maestros que se dedican a esta profesión. Yo he visto las imágenes por televisión en las noticias y a los crios les encanta.
No estoy para nada de acuerdo con esa apreciación. Es más, me parece del todo abominable.
Un maestro INSTRUYE y no tiene el entretenimiento como cometido principal; en el primer cometido puede poner TODO EL CORAZÓN, TODAS SUS FUERZAS Y TODA SU MENTE y nunca por elllo ser reconocido en treinta y pico años de profesión.
¿Creés que aquel que no hace bailes ni pantomimas no le mueve el amor, la ternura, la comprensión y la justicia con los niños? Pues claro, pero el foco de una cámara no lo capta; y si lo capta es para buscar el error, la falta....el renglón torcido, en suma.
Muchas de esas gentes aparentemente SIN VOCACIÓN han acogido niños en sus casas cuando familiares de esos niños no han querido hacerlo; les han dado de comer, de vestir y han dormido en su casa...además de darles toneladas de cariño, besos y abrazos. ¿Por qué? POR UN SENTIMIENTO DE PATERNIDAD Y AMOR EJERCIDO EN EL ANONIMATO....
algo que este señor ejercía desde el fondo del corazón hasta que un foco se lo ha cargado, condenándol su acción a la sentencia y al discurso cargado de moralina (incluyendo el mío)
P.D: Gloria y recuerdo para los héroes y santos anónimos de todas partes.
Eso me recuerda al cuento del ciempiés, aquel que sabía bailar muy bien hasta que le preguntaron cómo lo hacía.
Lo que resulta paradógico, que aunque sea nuestro trabajo, lo nuestro apenas toma un minuto de gloria en los medios y ahora cualquiera que saque una sonrisa a los niños, acapara portadas en los medios. Y como dice Verdepardo, una imagen parece que vale más que años y años.
Y al final, pasa como con los veterinarios, al que le gusta los animales, quiere estudiar veterinaria y al que hace reir durante unos minutos a los niños, parece que ese es el que tiene vocación ante la sociedad.
No obstante, hay que felicitar la actitud de este barrendero, ya que dedica parte de su tiempo a sacar una sonrisa a los niños.